- No te desnudes todavía
- ¿Por qué? ¿No tienes ganas?
- No es eso, no es eso…
- ¿Por qué? ¿No tienes ganas?
- No es eso, no es eso…
Bajó la mirada apesadumbrado. Recordó cuántas veces se había dicho a sí mismo que lo más bonito de llegar a algún sitio es el camino que se recorre. Tras largo tiempo seduciéndola, la tenía por fin a su merced, dispuesta a todo, pero ya sólo podía pensar en el tiempo que pasó frustrado maldiciendo su suerte porque ella no le hacía caso.
- ¡Vámonos!
- ¿Dónde? – dijo ella con extrañeza
- ¡Vámonos! La Policía debe estar a punto de llegar
La agarró de la mano y, evitando pisar el cadáver, salieron del dormitorio. Al cerrar tras de ellos la puerta de la casa, se dio cuenta de que era el momento de comenzar otro camino.
Días después, la prensa hablaba de un asesinato pasional. Sólo él sabía la verdad.
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