Cuando decidí aceptar lo que siento por ti no tenía nada claro que un SMS no fuera suficiente. Con avisarte valdría. Ahora estoy seguro, estoy convencido que podría mandarte 1.200 mensajes para expresar lo que ruge en mi interior, y sobre todo, para que me entendieras, y aún así, no bastaría. Las palabras siempre se quedan cortas.
Claro que también te podría llamar por teléfono, pero la palabra sin el gesto nunca fue mi fuerte. Ni siquiera estoy seguro de que exista. Por mucho que me lo expliquen la veo virtual, la veo irreal. Además, ahora mismo me avergüenzo de mis gestos. Me parecen ridículos mi cara y mi cuerpo. No sé si sonreír o tensar los músculos. Cruzar los brazos denota distancia, cruzar las piernas te resultaría femenino. No sé qué hacer con mis miembros, no los siento míos.
Quizás debiera haberte escrito una carta en Blanco y Negro. El Blanco y Negro siempre me recuerda otro tiempo, otras películas, cuando no resultaba ridículo hacer locuras por amor, cuando siempre ganaba el bueno, el enamorado, que era yo, aunque no hubiera nacido.
O haber compuesto un melodía mágica y envolvente, la banda sonora de nuestras vidas. ¿Por qué no tenemos “nuestra canción”?
Si me pagaran un millón de euros cada vez que pienso en ti, dejarían de trabajar todas las personas que conozco y tu sueño de acabar con el hambre y la pobreza en el mundo se haría por fin realidad.
Ahora quiero que hagas que los míos dejen de ser utopías de adolescente que juega a no crecer ¿Lo recuerdas? Tú eres la campeona mundial y ni siquiera conoces las reglas, sueñas con ser Campanilla y yo sueño contigo.
Seguramente sea un don, pero haces que todo lo que te envuelve parezca mágico y que me haga feliz.
Hoy podría ser fiesta. El mero hecho de pensar en ti hace que gane el regalo de la tómbola, que la noria dé una vuelta más, que no me moleste el payaso del tren de los escobazos cuando trate de besarte en la oscuridad y que todos los que nos rodean sepan de repente que no necesito comprarte ninguna rosa para demostrar que te quiero.
Todas las canciones se olvidan, así son las cosas, pero tú me recuerdas constantemente que sigo vivo. Podría ser yo mismo, pero prefiero ser quién tú quieras que sea. Así me tienes buscando mi patria y mi bandera cuando la única nacionalidad posible es con la que tú puedas identificarme. Necesito tu presencia para entender mejor mi esencia.
Ya no quiero ser feliz, sólo quiero ser tuyo. Nunca puse barrotes a mi corazón pero ahora necesito que le pongas una cadena y un candado a mi alma.
Quiero que me des calor cuando tenga frío, quiero que me refresques cuando esté sofocado.
No sé lo que digo, sólo soy un canalla buscando tu sonrisa.
Voy a echarle valor. Todo es muy sencillo y ya no aguanto más: No puedo mirarte a los ojos sin sentir esa pasión de la que ya sólo se lee en las novelas románticas baratas.
Ahora comprendo que todo lo que he buscado en otro ser humano está en ti. Me gusta ser quién soy cuando estoy contigo.
Es infinito el amor que siento por todo lo que eres. No hay otra alma que nunca me haya echo sentir siquiera la mitad de la persona que soy cuando estoy a tu lado.
Me has cambiado para siempre por ser quién eres y por saber lo que significas para mí.
¿No vas a terminar tu obra? ¿No quieres pasar a la posteridad? No te niegues a ti mismo ser una celebridad. ¿Qué recordaríamos de Da Vinci sí hubiera dejado sin acabar la Gioconda? ¿Qué sería de Cervantes sin poner el punto y final al Quijote? ¿Hablaríamos de Mozart si se hubiera negado a seguir componiendo?
No te niegues a ese sentimiento: “El Padrino” es una trilogía, no se acabó diseñando el vestuario.
Úsame, haz de mí algo bonito. No permitas que la Luna nos vuelva a echar de menos. Lleva toda la eternidad añorándonos. No sé si merezco que me mires, no sé si merezco tu atención, no sé si merezco ser tuyo, pero permíteme ser presuntuoso por una vez en mi vida. Permíteme ser pedante. ¡Acercarme a ti es el acto más pedante que se puede cometer! Permíteme pensar que merezco tus miradas, permíteme pensar que merezco tus atenciones, permíteme pensar que merezco ser tuyo.
Permíteme pensar, aunque sea inmodestia, que puedo vivir. ¡Déjame vivir! ¡Ayúdame a vivir! Soy tan feliz cuando me das dolor, ¿no vas a darme también tu amor? Sálvame, con un beso y un abrazo y colmaré de mantas tu lecho para que no tengas frío. Soy tu cena ¿acaso no tienes hambre? Quisiera pintar una fuente en un papel para darte de beber ¿Acaso no tienes sed? No me dejes sentir que te estoy perdiendo cuando nunca te he tenido.
Me nublas la razón y emborrachas mi alma, eres un amor que desarma.
Ven con tus demonios hacia mí. Intenta aceptar lo que te pido aunque sea sólo durante 10 segundos. Con diez segundos bastaría.
Quiero que cuando respires el aire que me das te olvides del terror a la hoja en blanco... Soy un lienzo virgen, un fotograma sin filmar, soy una guitarra sin afinar...
Pero no temas: Si estamos juntos, los más bellos poemas brotarán de nuestras primaveras, paisajes paradisíacos colgarán de nuestras paredes, la mejor película de amor de la historia emocionará a media humanidad y nuestros cánticos harán soñar al más insensible.
Permíteme ser todo aquello que soñaste... Toma este instante precioso a cambio de todo lo que te he negado.
Tengo tu imagen en mi sangre, tu esencia en mi corazón y el cerebro dando tumbos por mis tripas. Creo que no merece la pena decir todo ésto si el primer día del resto de nuestra vida no empezó antesdeayer.
No te quiero engañar. Mi vida empezó el día en que la soledad me dijo que sólo podría ser vencida si tú me ayudas. No quiero seguir existiendo desde que soy consciente de todo esto: A partir de ahora quiero vivir. Y vivir sin ti sería ser un corazón sin sangre que bombear, un arcoiris de cinco colores, un cine con las luces encendidas, un bar sin música, una vela sin mecha, un discman sin pilas, un gangster sin pistola, un concurso de camisetas mojadas sin líquido, una calculadora que sólo resta, un dedo sin uña y un ojo sin pestaña, una manzana sin veneno, un caramelo sin azúcar, un invierno sin Navidad o un verano sin playa, un Groucho sin bigote, un diamante sin pulir, un mechero sin gas, un Principito sin planeta, unas gafas de sol en un día nublado o una cigüeña sin campanario...
Quiero dejar de ser una nevera en un piso de estudiantes, un taxi con la luz verde encendida o un parque en un día lluvioso.
No puedo esperar más, lo siento, no tengo tiempo. Las Autoridades Sanitarias advierten: No amar (te) puede matar (me). No me queda batería en el móvil. Además, no puedo contarte todo ésto con un SMS. Creo que me falla la cobertura cuando no estás cerca.
Claro que también te podría llamar por teléfono, pero la palabra sin el gesto nunca fue mi fuerte. Ni siquiera estoy seguro de que exista. Por mucho que me lo expliquen la veo virtual, la veo irreal. Además, ahora mismo me avergüenzo de mis gestos. Me parecen ridículos mi cara y mi cuerpo. No sé si sonreír o tensar los músculos. Cruzar los brazos denota distancia, cruzar las piernas te resultaría femenino. No sé qué hacer con mis miembros, no los siento míos.
Quizás debiera haberte escrito una carta en Blanco y Negro. El Blanco y Negro siempre me recuerda otro tiempo, otras películas, cuando no resultaba ridículo hacer locuras por amor, cuando siempre ganaba el bueno, el enamorado, que era yo, aunque no hubiera nacido.
O haber compuesto un melodía mágica y envolvente, la banda sonora de nuestras vidas. ¿Por qué no tenemos “nuestra canción”?
Si me pagaran un millón de euros cada vez que pienso en ti, dejarían de trabajar todas las personas que conozco y tu sueño de acabar con el hambre y la pobreza en el mundo se haría por fin realidad.
Ahora quiero que hagas que los míos dejen de ser utopías de adolescente que juega a no crecer ¿Lo recuerdas? Tú eres la campeona mundial y ni siquiera conoces las reglas, sueñas con ser Campanilla y yo sueño contigo.
Seguramente sea un don, pero haces que todo lo que te envuelve parezca mágico y que me haga feliz.
Hoy podría ser fiesta. El mero hecho de pensar en ti hace que gane el regalo de la tómbola, que la noria dé una vuelta más, que no me moleste el payaso del tren de los escobazos cuando trate de besarte en la oscuridad y que todos los que nos rodean sepan de repente que no necesito comprarte ninguna rosa para demostrar que te quiero.
Todas las canciones se olvidan, así son las cosas, pero tú me recuerdas constantemente que sigo vivo. Podría ser yo mismo, pero prefiero ser quién tú quieras que sea. Así me tienes buscando mi patria y mi bandera cuando la única nacionalidad posible es con la que tú puedas identificarme. Necesito tu presencia para entender mejor mi esencia.
Ya no quiero ser feliz, sólo quiero ser tuyo. Nunca puse barrotes a mi corazón pero ahora necesito que le pongas una cadena y un candado a mi alma.
Quiero que me des calor cuando tenga frío, quiero que me refresques cuando esté sofocado.
No sé lo que digo, sólo soy un canalla buscando tu sonrisa.
Voy a echarle valor. Todo es muy sencillo y ya no aguanto más: No puedo mirarte a los ojos sin sentir esa pasión de la que ya sólo se lee en las novelas románticas baratas.
Ahora comprendo que todo lo que he buscado en otro ser humano está en ti. Me gusta ser quién soy cuando estoy contigo.
Es infinito el amor que siento por todo lo que eres. No hay otra alma que nunca me haya echo sentir siquiera la mitad de la persona que soy cuando estoy a tu lado.
Me has cambiado para siempre por ser quién eres y por saber lo que significas para mí.
¿No vas a terminar tu obra? ¿No quieres pasar a la posteridad? No te niegues a ti mismo ser una celebridad. ¿Qué recordaríamos de Da Vinci sí hubiera dejado sin acabar la Gioconda? ¿Qué sería de Cervantes sin poner el punto y final al Quijote? ¿Hablaríamos de Mozart si se hubiera negado a seguir componiendo?
No te niegues a ese sentimiento: “El Padrino” es una trilogía, no se acabó diseñando el vestuario.
Úsame, haz de mí algo bonito. No permitas que la Luna nos vuelva a echar de menos. Lleva toda la eternidad añorándonos. No sé si merezco que me mires, no sé si merezco tu atención, no sé si merezco ser tuyo, pero permíteme ser presuntuoso por una vez en mi vida. Permíteme ser pedante. ¡Acercarme a ti es el acto más pedante que se puede cometer! Permíteme pensar que merezco tus miradas, permíteme pensar que merezco tus atenciones, permíteme pensar que merezco ser tuyo.
Permíteme pensar, aunque sea inmodestia, que puedo vivir. ¡Déjame vivir! ¡Ayúdame a vivir! Soy tan feliz cuando me das dolor, ¿no vas a darme también tu amor? Sálvame, con un beso y un abrazo y colmaré de mantas tu lecho para que no tengas frío. Soy tu cena ¿acaso no tienes hambre? Quisiera pintar una fuente en un papel para darte de beber ¿Acaso no tienes sed? No me dejes sentir que te estoy perdiendo cuando nunca te he tenido.
Me nublas la razón y emborrachas mi alma, eres un amor que desarma.
Ven con tus demonios hacia mí. Intenta aceptar lo que te pido aunque sea sólo durante 10 segundos. Con diez segundos bastaría.
Quiero que cuando respires el aire que me das te olvides del terror a la hoja en blanco... Soy un lienzo virgen, un fotograma sin filmar, soy una guitarra sin afinar...
Pero no temas: Si estamos juntos, los más bellos poemas brotarán de nuestras primaveras, paisajes paradisíacos colgarán de nuestras paredes, la mejor película de amor de la historia emocionará a media humanidad y nuestros cánticos harán soñar al más insensible.
Permíteme ser todo aquello que soñaste... Toma este instante precioso a cambio de todo lo que te he negado.
Tengo tu imagen en mi sangre, tu esencia en mi corazón y el cerebro dando tumbos por mis tripas. Creo que no merece la pena decir todo ésto si el primer día del resto de nuestra vida no empezó antesdeayer.
No te quiero engañar. Mi vida empezó el día en que la soledad me dijo que sólo podría ser vencida si tú me ayudas. No quiero seguir existiendo desde que soy consciente de todo esto: A partir de ahora quiero vivir. Y vivir sin ti sería ser un corazón sin sangre que bombear, un arcoiris de cinco colores, un cine con las luces encendidas, un bar sin música, una vela sin mecha, un discman sin pilas, un gangster sin pistola, un concurso de camisetas mojadas sin líquido, una calculadora que sólo resta, un dedo sin uña y un ojo sin pestaña, una manzana sin veneno, un caramelo sin azúcar, un invierno sin Navidad o un verano sin playa, un Groucho sin bigote, un diamante sin pulir, un mechero sin gas, un Principito sin planeta, unas gafas de sol en un día nublado o una cigüeña sin campanario...
Quiero dejar de ser una nevera en un piso de estudiantes, un taxi con la luz verde encendida o un parque en un día lluvioso.
No puedo esperar más, lo siento, no tengo tiempo. Las Autoridades Sanitarias advierten: No amar (te) puede matar (me). No me queda batería en el móvil. Además, no puedo contarte todo ésto con un SMS. Creo que me falla la cobertura cuando no estás cerca.