jueves, 15 de marzo de 2018

Buscad la belleza, es la única protesta que merece la pena en este asqueroso mundo



Yo, como todo buen aprendiz de Frank Sinatra que se precie, perseguí a mi maravillosa Ava Gadner, aunque me encantara ser un animal de casinos y dejar de lado cualquier compromiso. No la alcancé y aquí estoy, cantando en un karaoke. Pero aún la echo de menos.

Quizás mostrarme al mundo me ha hecho ver tanta mierda que he olvidado que la belleza hay que buscarla. Y me he empezado a olvidar de la mía. Y aquí estoy, eligiendo qué canción destrozar en un karaoke.



Buscar la belleza es una de las pocas cosas que pueden merecer la pena en este mundo hediondo y de mierda. Cuentan que un día Mae West pasó delante de una fila de personas que aspiraban a ser extras en alguna película y allí vio a Cary Grant de cuya belleza se quedó prendada inmediatamente. Fue al director y le dijo: “si esa cosa sabe hablar, hazle un contrato”. Yo espero un contrato de lo que sea mientras llega mi turno de hacer el payaso en un karaoke.

"Reivindico el espejismo
De intentar ser uno mismo
Ese viaje hacia la nada
Que consiste en la certeza
De encontrar en tu mirada
La belleza…"


Me doy cuenta de que en este karaoke no va a quedar bien que cante “La belleza” de Aute. Es más, estoy convencido de que nadie me va a prestar atención. Quizás sería mejor que buscara esa de “te voy a escribir la canción más bonita del mundo” de La Oreja de Van Gogh. Da igual. Además, no sé cantar. Tampoco escribir, pero eso da igual en este karaoke.

Recuerdo que Ramón Trecet decía al terminar su programa en Radio 3 aquella mítica frase que no debería olvidar nunca y que tendría que tener de mantra cada día al despertarme: “Buscad la belleza, es la única protesta que merece la pena en este asqueroso mundo”. Podría encontrar belleza incluso en esta borrachera a destiempo y en este karaoke.
Podría hacer muchas cosas, me dejarais o no, pero lo único a lo que voy a dedicar mis días, siempre que me acuerde, es a buscar la belleza. Aunque sea destrozando alguna mala canción en este sucio karaoke...

Por cierto: Karaoke es una palabra japonesa que significa “orquesta vacía”. Como decía al respecto Ted Mosby en un capítulo de “Cómo conocí a vuestra madre” tremendamente borracho, “¿No te parece arrebatadoramente hermoso?”. Preocupémonos tan solo de buscar la belleza. Es lo único que merece la pena. Aunque sea en medio de esta orquesta vacía en la que no hay manera de afinar. O en este karaoke...

P.D.:






jueves, 1 de marzo de 2018

Grité una noche







Vamos a gritar hasta que todo deje de doler.
O de tener sentido.
O gritaré yo solo para que todo vuelva a doler con sentido.

Gritar.

Grité una noche.
Como hoy por la noche.
Gritar en lugar de cantar.
Cantando a gritos.

Hace tiempo que a nadie le duelen mis gritos.
Y mucho más tiempo del que no grito por dolor.
Puede ser contradictorio.
Quizás lo sea.
No me importa.
Gritaré de contradicción mientras olvido lo que me duele.
Que no recuerdo qué es.
Que no me hace gritar.
Y eso duele.

Grité una noche.
Como hoy por la noche.








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