-¿Ves eso? Ahí dentro. Más allá de
las ventanas.
-Hay cortinas y persianas. Las cortinas
y las persianas se inventaron para que no se pueda ver desde fuera lo
que hay dentro.
-No, estás equivocada. Las cortinas y
las ventanas no se crearon para eso. Yo soy partidario de pensar que
se hicieron para no ver desde dentro lo que hay fuera.
-Entonces nos perderíamos más de mil
historias, ¿verdad?
-¿Dónde hay más historias? ¿Fuera o
dentro?
-Fuera hay más mundo. Dentro hay más
mundos privados.
-Hay otros mundos, pero están en este.
-Muy bonita la frase, pero no sé qué
relación tiene.
-No sé. Deberíamos plantearnos que
las persianas y las cortinas no son típicas de todo el mundo.
-Hay
más zonas del mundo donde no las usan que lo contrario. Aunque tú
hayas nacido y vivido siempre en un país muy soleado y pienses que
es lo típico. Ahí tienes alguna explicación. Quizás las persianas
y las cortinas se hayan inventado para evitar el sol y la luz más
que para esconder o escondernos de las historias.
-Si no dejas entrar la luz no hay
historias que merezcan la pena.
-Las mejores historias se desarrollan
en la oscuridad.
-¿Ya estás otra vez intentando
acostarte conmigo?
-Siempre.
-No te vale que te cuente las mil
historias que hay allí dentro.
-No. Me gusta pero no me vale. Hay más
de mil historias desconocidas. Nunca es suficiente.
-¿Y acostarte conmigo sí? Me insulta
eso.
-Acostarme contigo puede tener más de
mil historias desconocidas detrás. Depende de ti.
-De nosotros.
-De nosotros.
B.S.O.: "Siempre hay una historia", Rosendo.