- Sonríe.
- No tengo motivos.
- Finge que sonríes.
- Me sobran los motivos.
- Pero, ¿quieres sonreír una puñetera vez?
- Ya estoy. Quizás no sepas ver mi sonrisa.
- Será eso...
- Será...
- Sonríe.
- No tengo motivos.
- Finge que sonríes.
- Me sobran los motivos.
- Pero, ¿quieres sonreír una puñetera vez?
- Ya estoy. Quizás no sepas ver mi sonrisa.
- Será eso...
- Será...
Cerró el kit de supervivencia. Había metido dentro tres o cuatro certezas.
Como que Dorothy no era Judy Garland. Esa era una de las grandes mentiras con las que tuvo que vivir toda la vida. Y el león, el espantapájaros y el hombre de hojalata tenían actores dentro…
Metió también aquello de que si algo es el doble de bueno, probablemente durará la mitad.
Y la realidad de que se le daba muy mal arreglar televisores.
Salió al mundo, pero el mundo ya no estaba allí. Se había demorado mucho preparando el kit de supervivencia y ahora ya no había que sobrevivir. No merecía la pena. No tenía arreglo.
(O no estaba en sus manos).
IV
Yo, como cada 23 de julio, tengo ganas de cantarte el “Ramito de violetas” de Cecilia al oído. Con aquello de “como cada 9 de noviembre”.
Sin cambiar la fecha.
Pero cambiando todo.
Hacer todo igual para que nada cambie.
Cambiar todo para que siga igual.
No.
Todo consiste en descolocar para que los elementos se coloquen. Como lo de agitar algo para que tome el color adecuado. Remover el plato de comida para que se mezclen los ingredientes y nos parezca más apetitoso. Descolocar lo que me rodea para acabar abrazado a alguien.
Hoy es 23 de julio, pero podría ser cualquier día. Empiezo esto con un IV cuando es realmente un V. El I no existió. El I fue cuando debería ser el II. Y así tiramos palante. Así seguimos adelante.
Lo importante es no dejar de andar.
“El caso es andar” cantaba Cecilia en otra maravillosa canción.
Mejor que la de las violetas, además.
Me han ofrecido hacer un post publicitario de una conocida marca de pomada contra los dolores y los golpes. Antes de aceptar, puse como condición probar el producto para estar plenamente convencido de no hacer publicidad engañosa y conseguir una buena idea para plasmarla en un post.
Para mí la vida es algo que me sale mejor si no pienso en cómo debe ser. Algo así como que la felicidad mayor es cuanto menos presente la tengo. No me preguntes por mi vida porque no te voy a contestar.
Eso me dijo y como me veía el desconcierto en los ojos, me besó.
Me besó e hicimos el amor como nunca.
Creo que me lo hizo ella a mí.
Mejor que nunca.
Más que en toda mi vida.
Para que no pensara en ello.
Entonces entendí que si no pensaba mucho en la vida no temería tanto a la muerte, ni sentiría que se me escapa entre los dedos.
Es muy fácil, si lo intentas.
Dijo tarareando la canción.
Aquella canción que yo no conocía en ese momento y que cuando la conocí me pareció una solemne gilipollez facilona.
Pero así era ella.
No una solemne gilipollez facilona, sino alguien que vivía a tope e irradiaba vitalidad porque guardaba bajo llave el secreto de no pensar nada en la vida.
Se trata de exprimirla.
Me dijo tiempo después.
Cuando yo ya estaba seco, o eso entendí enseguida.
Aún hay días que la echo de menos.
Y los demás, la sigo buscando.
Para seguir exprimiéndonos juntos.
Porque la vida no es más que eso.
Es muy fácil (si lo intentas).
B.S.O.: "Es muy fácil" (de Los Mitos, versionada por Siniestro Total).