lunes, 30 de marzo de 2020

Cuentos de la cuarentena (Volumen 8): Cuando todo esto acabe, quiero que me invites a dormir contigo.


Hoy he despertado antes de tiempo. 
Sin querer. 
No lo he sabido hasta que he sido muy consciente de haber despertado, esto es, la certeza de que estás despierto y ya no vas a poder dormir más, y he mirado el reloj del móvil. 
He despertado porque he estornudado varias veces. 
No sabía yo que se podía estornudar estando dormido. A lo mejor no se puede y cuando he estornudado me he despertado al instante. Es difícil de comprobar, como saber si la luz de la nevera está encendida en secreto cuando cierras la puerta y no apagada, como nos intenta hacer creer. 
Todo muy Schrodinger, muy felino. 
Me gusta contar que estornudo por alergia a los gatos. 
Pero no tengo gatos. 
No recuerdo tenerlos desde que era pequeñito y eran gatos familiares. Yo personalmente no he tenido ninguno. 



Me he acostado con muchas chicas que tenían. Es lo más común. Llegados a mi edad, acostarse con alguien es más fácil si tiene gato. Ellas mismas lo dicen. Las chicas que tienen gato suelen estar más locas. 
Pero, no. 
No tengo alergia a los gatos. 
Ni siquiera he utilizado con ninguna de ellas lo de contar que tengo alergia a los gatos para salir huyendo de su cama si siento que sus locuras empiezan a pasar de ser arrebatadoramente atractivas a ser relativamente peligrosas. 
Me resulta muy sucio. 
Como despertarme antes de tiempo sin tener necesidad. 
He despertado por mi alergia falsa a los gatos y ya no he podido dormir. Como siempre me pasa.
Onicofagia es la palabra que da nombre a lo de morderse las uñas. 
Creo que nunca que he despertado antes de tiempo, sin tener que hacerlo, he ocupado ese tiempo en morderme las uñas. No sé si me he dejado llevar por la onicofagia. Pero he despertado antes de tiempo y he pensado en mi falsa alergia a los gatos y en la onicofagia. Que es real. La onicofagia, no la alergia a los gatos. 
Qué sería de mi vida sexual sin las chicas de cierta edad que viven solas con sus gatos. Lo único que me faltaba es tener realmente alegría a los gatos. Lo que me cuesta dormirme en la cama de ciertas chicas y lo mucho que me despierto antes de tiempo en la mía. 
No sé qué es más molesto. 
Aunque las dos cosas suelo saber llevarlas. 
Quizás le esté dando demasiada importancia. 
Como a lo despertar estornudando sin parar, sin tener un gato cerca, ni alergia a los gatos (real). 
Hoy he despertado antes de tiempo. 

Quizás PIENSO demasiado en tu gato y en TI

Y no te lo haya dicho porque no he dormido contigo aún. 

Ya queda menos...


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Cuantos más nos vean, más felices somos tod@s... ¡COMPARTE!