miércoles, 15 de febrero de 2012

Cumpliendo con los Tópicos (Volumen 4): De San Valentines y demás




ESCENA 1

Localización: Tumba de Oscar Wilde, Cementerio Père Lachaise de París (Francia)
Música de fondo: El mundo ya no necesita otra canción de amor (La Cabra Mecánica)

Quiero ser un cabrón de esos que se definen por estar de rodeado de putas, pistolas y cocaína. Y disfrutarlo.

Ella aún no lo sabe. Mira con recelo la tumba de Oscar Wilde llena de besos y trocitos de papel con poemas de amor. Me mira pensando que quizás no la quiera lo suficiente. Lo sé. Cree que nunca conseguirá que la quiera tanto como ella me quiere a mí. 
La quiero mucho, aunque no se lo demuestre. Estoy aquí, con ella, frente a la tumba de un genio. Algún día será ella la que pegue besos y poemas de amor en mi tumba, aunque yo preferiría que hiciera aquelarres y bebiera whisky barato como en la tumba de Jim Morrison.

Todo plan vital que concibo está dirigido inevitablemente hacia mí, y ella lo sabe. La quiero mucho, pero sobre todo quiero ser un cabrón de esos que se definen por estar de rodeado de putas, pistolas y cocaína… 

Y disfrutarlo…





ESCENA 2


Localización: Teatro Negro, Praga (República Checa)
Música de fondo: Love will tear us apart (Joy Division)

Se besaron en cuanto la oscuridad invadió todo.  Mejor dicho: Ella le besó. 

Él le pidió atención a lo que estaba a punto de comenzar, que era un espectáculo maravilloso. Ella pensó que él era gilipollas. Él se quedó absorto con el espectáculo y pareció no darse cuenta de que la tenía al lado y estaba demandando un mínimo de cariño y atención. Ella empezó a comprender que no tenía sentido aquello. Él pensó que había sido un acierto aquel regalo de San Valentín comprado en Viajes “El Corte Inglés” que le permitía a él disfrutar de una ciudad tan bella como Praga y toda su oferta cultural y a ella pensar que todavía se querían. Ella emitió un ligero bufido al ver algo que no entendía en el escenario. Él la reprochó con un ligero roce en la mano. Ella aguantó como pudo la hora y media que duró aquel extraño espectáculo de oscuridades y luces de colores que le estaba tocando la moral. Él sonrió al terminar la función y preguntó si le había gustado. Ella sonrió y le besó.

Se besaron en cuanto la oscuridad dejó de invadirlo todo. Mejor dicho: Ella le besó.



ESCENA 3


Localización: Interior de una casa colonial, Cartagena de Indias (Colombia)
Música de fondo: With or without you (U2)

- Te quiero, ¿No te parece suficiente?
- No
- ¿Qué más puedo hacer? He venido aquí, desde el otro lado del Atlántico y me he recorrido media Cartagena hasta encontrarte viviendo aquí, en la casa de este señorito del que tan mal habías hablado siempre.
- Él me da lo que necesito, lo que no supiste darme tú.
- Nunca supe que te faltaba algo, no me lo dijiste… Pero ya estoy aquí. ¡Vámonos!
- No. No puedo. No quiero. Estoy bien aquí. Esta es mi tierra y aquí soy feliz.
- ¿No puedes o no quieres?
- Ni quiero ni puedo, pero sobre todo, estoy dónde quiero estar.
- Con él…
- Eso es lo de menos.
- No lo es.
- Es un buen hombre, me quiere y me cuida. No le pido más.
- Prometo quererte y cuidarte como nunca nadie podrá hacerlo. Lo haré mejor que él, te lo aseguro.
- Ya es tarde.
- Nunca es tarde.
- Para nosotros sí…

Gabriel García Márquez, en “El amor en tiempos de cólera” decía que Cartagena "es una ciudad detenida en el tiempo, donde nada ha ocurrido en cuatro siglos de historia”. Esa quietud, melancolía y bienestar pasa de sus calles a sus gentes, pasando por todo lo que rodea la ciudad. 

Aquel día, en aquel preciso instante, algo alteró a toda Cartagena de Indias. En aquella casa colonial, un hombre proveniente del otro lado del Atlántico había sufrido un infarto. Los sanitarios no llegaron a tiempo. Literalmente, se le había roto el corazón. Ella no se lo pudo perdonar el resto de su vida. Aunque viviera en Cartagena de Indias y tuviera todo para ser feliz.






ESCENA 4


Localización: Terraza del Empire State Building, Nueva York (EE.UU.)
Música de fondo: I´ve got you under my skin (Ella Fitzgerald)

N pasaba los brazos alrededor de la cintura de S. 

S contemplaba absorta el Skyline de Manhattan. Nunca se hubiera imaginado allí, y menos con él. N no era lo que soñaba en la adolescencia que tendría a su espalda, tomada por sus brazos y dejándose hacer sin importar nada. Ni siquiera el fuerte viento hacía incómoda la postura. Ni siquiera que se enredaran sus dos melenas. Ni siquiera que llevara cinco días sin afeitarse y tuviera apoyada su cara contra la suya. 

Ni siquiera que nunca le hubiera atraído la Gran Manzana. Ese instante lo recordaría toda la vida. Ese instante no se lo podría quitar nadie. Aunque N no estuviera del todo allí. Aunque a ella le importaran tres pimientos el Sky Line de Manhattan.




ESCENA 5


Localización: Terraza del Café de France, Plaza de Jamaa el Fna, Marrakech (Marruecos)
Música de fondo: Lovesong (The Cure)

S y N se desean desde que se conocieron. 

N se lanzó a por S en cuanto vio el primer síntoma de flaqueza y receptividad de ella.

S siempre se ha dejado hacer, y N era una chica a la que nadie puede decir que no.

N y S olvidaron sus respectivas vidas convencionales, sus ciudades, sus trabajos, sus familias, sus anhelos, sus parejas, sus proyectos, sus amigos, sus pudores, sus inseguridades, sus aficiones, sus devociones, sus roles sociales, para huir las dos juntas a no sabemos muy bien dónde.

La última vez que se supo de S y N se las vio tomando un té en la terraza del Café de France en Marrakech. Parecían felices.

Hablé con el camarero meses después de que dejaran la ciudad. Ahmad me dijo que estuvieron yendo casi todos los días durante un par de meses y se sentaban en la misma mesa en la esquina de la terraza, mirando la plaza. Todas las tardes. Cuando su mesa estaba ocupada esperaban de pie expectantes para verla libre y hablaban con él. 

Ahmad me dijo que le parecían unas chicas muy simpáticas. Que S era preciosa,  pero que N tampoco estaba mal. No había nada en ellas que le hubiera hecho pensar que podían ser pareja. Ni siquiera se miraban a los ojos y eso es lo más importante para compartir algo más que momentos con alguien, según Ahmad. 

Ahmad cree que si se hubiera enterado de que eran pareja probablemente no hubiera pasado nada si se comportaban como se solían comportar. Sólo miraban la plaza, nunca se miraban fijamente a los ojos la una a la otra. Y así no se comporta una pareja. 

No tenía la menor sospecha de dónde podrían estar ahora mismo por mucho que le insistí en que se esforzara y me diera algún hilo del que tirar para llegar a ellas. Me dijo que lo único que sabía es que no podían volver a casa, porque ya no existía esa casa para ellas. Ahmad se puso solemne y para convencerme de eso citó a un sabio de su aldea bereber que decía que "Libertad va buscando, que le es tan cara, como lo sabe quien la vida por ella deja". Le di las gracias y me fui desencantado.

Ahmad había utilizado una cita del purgatorio de "La Divina Comedia" de Dante para quitarme toda esperanza de encontrarlas. Y me la había quitado, porque se la atribuyó a un sabio de su aldea bereber y yo no quise explicarle quién era Dante. 

Ni qué era el Purgatorio de "La Divina Comedia", ni quién la Beatriz de Dante, ni S, ni N.

Ni siquiera le dije quién era yo…






ESCENA 6


Localización: Interior de un Búnker de la Segunda Guerra Mundial. País no determinado.
Música de fondo: Canción de amor y muerte (Iván Ferreiro)

"Quiero fracasar de nuevo, fracasar mejor. Sin eso, no tiene ningún sentido que te quiera.” 

Alguien había hecho esa pintada en la pared con algo difícil de borrar. Le dijeron que era en castellano y pensó que los españoles siempre van haciendo cosas raras por el mundo. Llevaba media mañana intentándolo pero no salía con nada. Desde que trabajaba limpiando aquel lugar su vida era triste y gris como la pared de donde trataba de borrar aquella extraña frase. Nunca debió aceptar aquel trabajo bajo tierra. 

Pasó días sin encontrar la manera de borrar aquello. El visitante que la hubiera escrito, lo había hecho a conciencia. Empezó a afectarle y terminó llevándose a casa todos los días la frasecita en la cabeza. La noche que la conoció no hablaba ni una palabra de castellano, más allá de las típicas que no sirven para casi nada. Aquella noche, tras unas cervezas, se decidió y se acercó a ella. Intentó decir algo coherente, pero sólo le salía aquella frase.

Ella se quedó prendada de él. Hoy, años después, son felices, llevan una maravillosa vida en común, son dueños del búnker y han descubierto un producto químico que impide que nadie escriba en las paredes. Pero la frase nunca la consiguieron borrar.


"Quiero fracasar de nuevo, fracasar mejor. Sin eso, no tiene ningún sentido que te quiera.” 



ESCENA 7


Localización: Mirador San Pedro de Alcántara, Barrio Alto, Lisboa (Portugal)
Música de fondo: Love is all around (The Troggs / Wet Wet Wet)

Me cogió de la mano y me obligó a mirarle los ojos. Se puso serio. Nunca antes lo había visto así. No me sentía del todo cómoda.

- ¿Qué miras?
- A ti.
- Me estás haciendo sentir incómoda, suéltame la mano.
- Hoy es San Valentín y te he traído a Lisboa. Quiero que me lo devuelvas.
- ¿El qué?
- Lo que te estoy dando. 
- No sé qué me estás dando, salvo que me has traído a un sitio maravilloso, al que yo no quería venir, y menos contigo. Insististe, me convenciste, y aquí estoy. Ya te lo dije: Yo soy muy mía y suelo hacer lo que me apetece, no sigo normas, ni siquiera las tuyas. 
- Casi ni me conoces. 
- Más razón para no seguir tus normas.
- Pero has venido…
- Tenía ganas de conocer Lisboa y, francamente, al final creí que merecía la pena venir contigo.
- ¿Creíste? ¿Ya no lo crees?
- Si no me sueltas la mano dejaré de creerlo completamente.

Se apartó ligeramente. Bajó la mirada un instante, la perdió en la Plaza del Rossío, subió Alfama y llegó al Castillo de San Jorge. Y en menos de un segundo se clavó de nuevo en mis ojos. Con más fuerza que nunca nadie lo había hecho antes. Cogió mi otra mano con fuerza, me acercó a su cuerpo y me dijo:

- El juego entre tú y yo sigue unas reglas que las han impuesto otros. Otros que nunca han jugado a nada parecido. Por eso hago trampas constantemente… 

Y me besó.

A partir de ese momento no recuerdo nada más. Sólo que nunca he sido más feliz…



ESCENA 8


Localización: Casa de Julieta, Verona (Italia)
Música de fondo: No sé cómo te atreves (Los Planetas y La Bien Querida)

- ¿Recuerdas cuando simplemente follábamos? 
- No, no me acuerdo. 
- Yo sí, toda la vida. Por eso quería celebrar San Valentín contigo. Porque no todo va a ser follar. 
- Para mí es lo único que me interesa de ti y lo sabes. 
- Me da igual. Hoy necesito que me mientas. Dime que en algún momento me has querido un poco. Aunque sea mentira, ¡Dímelo! 
- En algún momento te he querido un poco. 
- Suenas falsa. 
- No me pidas que te mienta más... 
- Vámonos de aquí, hay mucha gente.
- Todavía no le has tocado la teta a Julieta: Es la tradición. 
- Yo tengo otras tradiciones…

Le agarró las tetas, entre toda la gente, sin ningún tipo de rubor. Ella le soltó una bofetada que hizo mirar a la mitad de los turistas que andaban por allí sin darse cuenta de nada. Se oyó un murmullo en la masa, alguna risa y sonaron varias cámaras fotográficas que disimuladamente cambiaron la orientación de su objetivo hacia la cara de él, que se había puesto completamente roja, mezcla quizás, de rubor y de la fuerza con que había recibido la bofetada.

Ella salió rápidamente de allí y se fue a esperarlo a la cama donde, con sorpresa para él, aquella noche follarían como salvajes en celo. Como siempre y mejor que nunca. Aunque fuera la última vez. Y los dos lo sospecharan…






ESCENA 9


Localización: Órgano del Mar, Zadar  (Croacia, al atardecer)
Música de fondo: More than words (Extreme)

El mar tiene derecho a hacer música. Es inevitable. Quizás debería tocar el órgano, como en Zadar. Allí, dijo Alfred Hitchcock, se dan los atardeceres más bellos del mundo. Con el sonido del mar en el órgano. Con el órgano del mar y la puesta de Sol. 

Cuando llegue a conocerte, te llevaré a conocer los atardeceres que a Hitchcock le parecían los más bellos del mundo. 

Algún día iremos a escuchar el Órgano del Mar mientras miramos el sol ponerse.

De momento, déjame que tu añore. Déjame que sueñe en tu ausencia. Déjame que imagine que serás lo que siempre quise que fueras.

Déjame quererte hasta que existas, porque después, ya no habrá marcha atrás.




ESCENA 10


Localización: Barrio Rojo, Amsterdam (Holanda)
Música de fondo: Nothing compares 2U (Prince / Sidnead O´Connor)

Te busqué por los rincones más recónditos de Amsterdam, pero no te encontré. Estarías ocupada sin acordarte de mí. Paseé por el Barrio Rojo y no pude evitar pagar por tu olvido. Con todas las que pude. Gastando todo el dinero que tenía. Haciendo cosas que nunca me he atrevido a hacer con nadie sin pagar. Teniendo orgasmos de pago de todos los colores.

Pero no te olvidé.

Nunca lo haré.
(Y lo sabes…)






ESCENA 11


Localización: Obelisco, Avenida Corrientes, Buenos Aires (Argentina)
Música de fondo: Todavía una canción de amor (Los Rodríguez y Joaquín Sabina)

- ¿Eres virgen?
- ¿Y a ti qué coño te importa?
- Sería una explicación a que pusieras tantas pegas para acostarte conmigo…
- Sería una explicación que te valdría a ti. La explicación que vale y que hay es que no me da la gana.
- Pero, ¿Me dices constantemente que me quieres pero no quieres acostarte conmigo?
- Ni contigo ni con nadie. 
- Pero a mí los demás me dan igual. 
- Ese es tu problema.
- Mi problema es que no quieres acostarte conmigo. 
- No. Tu problema es que me quieres y no quiero acostarme contigo.
- Te quiero. 
- Y yo. 
- Quiero acostarme contigo. 
- Yo no.

Se abrazaron con el Obelisco de fondo. 

La cámara se aleja mostrando al espectador la majestuosidad del Obelisco y se va elevando mostrando la Avenida Corrientes. 

Fundido a negro.




Postdata aclaratoria (Innecesaria como siempre, inútil como de costumbre):

Ayer, día 14 de Febrero, se ha celebrado el Día Europeo de la Salud Sexual. Es un dato sin importancia, claro está, pero lo dejo a su consideración.


Postdata aclaratoria II (Innecesaria como siempre, más inútil que de costumbre):

Ayer, día 14 de Febrero, se ha celebrado San Valentín. Probablemente un día tan mercantilizado para muchos, un día cualquiera para otros, una excusa buena para ciertas cosas para algunos. Es un dato sin importancia, claro está, pero lo dejo a su consideración, aunque ya lo sabían casi todos. 

Aprovechando que ya pasó el día, hemos recopilado algunas historias que acontecieron tal día como hoy por diversos lugares del mundo y que han llegado a nuestras manos u oídos. El carácter didáctico de cabezadeavestruz nos hace compartirlo con ustedes. Todas las historias son reales y los y las protagonistas  no somos ninguno ni ninguna de nosotras. Las identidades reales han sido difuminadas para evitar posibles problemas legales. Ningún animal ha sufrido maltrato para la realización de este post. Cualquier parecido con la realidad es totalmente intencionado e inconsciente.


Postdata aclaratoria III (Más innecesaria que nunca y mucho más inútil que de costumbre):

La posición oficial y editorial de cabezadeavestruz ante todo lo expuesto anteriormente queda reflejada en una frase que da titulo a una canción y hacemos propia por no saber qué escribir más: Prefiero ver las series de la televisión antes que salir contigo.

Esta canción cierra la extensa B.S.O. de este post. Si alguien quiere saber más, puede pasarse por la lista spotify del post, que cierra la canción anteriormente citada.


¡Mucho amor y besos!



Y mucho más amor y besos a ti que has llegado hasta aquí abajo...




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Cuantos más nos vean, más felices somos tod@s... ¡COMPARTE!