viernes, 6 de agosto de 2010

Microrrelatos sin Pudor (Volumen 10): El póster de Wendy James


Nacho tenía un póster de Wendy James a tamaño natural en su cuarto. No recuerda bien cuándo lo puso, por lo que nunca supo qué había detrás. 

Ese póster de Wendy James nunca supo que escondía un secreto.

Los posters a tamaño natural sirven para que la imaginación adolescente vuele a una altura en la que se puede llegar a confundir con la realidad. Detrás del póster de Wendy James estaba el mismo agujero que había detrás de todos los posters a tamaño natural de las habitaciones  de todos adolescentes del mundo. Nacho nunca lo supo. A día de hoy sólo lamenta que alguien le robó ese póster hace mucho tiempo. No sabe quién fue, pero ahí se empezó a acabar todo.

Eva no sabe quién es Wendy James. Tampoco le importa demasiado. Como todas las adolescentes, también tuvo posters a tamaño natural en la pared de su cuarto. Como todas las adolescentes, tampoco supo nunca que había detrás. Eva nunca tuvo dolor de cuello de retorcerse en los garitos cuando sonaba "Baby I don’t care" o "The only one", quizás no tuviera edad. Pero Eva tuvo su Wendy James particular, aunque no sé quién fue. Como Nacho, ya hace tiempo que desaparecieron los posters de su pared, y la adolescencia salió volando por su ventana.

Yo nunca fui adolescente, por eso soy como soy actualmente. Algunos dicen que me comporto como un adolescente, pero no tengo posters a tamaño natural en mi habitación. Pocos saben a lo que me dedico, pero todos saben que siempre estoy ahí. Sólo me separa de ellos el grosor del papel de un póster a tamaño natural.
Wendy James no era muy grande, al menos físicamente, pero encima del escenario era una auténtica bestia. Supongo que era lo que menos importaba al creador del poster a la hora de valorar los posibles compradores. Hace unos diez años que Wendy James dejó de sonar constantemente en todos los garitos complaciendo tanto al más macarra como al más pijo, pero lo peor de todo fue que dejaron de hacerse posters de tamaño natural de ella. El pop-punk de sus Transvision Vamp y su actitud explosiva y sexual dejaron paso a otros sueños húmedos. Hoy hay muchos que se preguntan dónde fueron los posters que ya no están.

Hay una red de túneles que une todos los sueños húmedos de los adolescentes del mundo. A esa red no se puede acceder a no ser que nunca hayas sido adolescente.
Si has sido adolescente, has tenido un poster a tamaño natural en tu pared tapando la entrada a los túneles. Yo nunca he sido adolescente y ahora me comporto como tal, por eso paseo por los túneles cuando los demás han empezado a ser mayores. Nunca me he atrevido a romper ese póster, pero detrás ya no está el sueño húmedo del adolescente. Algún día me atreveré a romper esa barrera, aunque me lleve una sorpresa al encontrar a alguien que echa de menos su adolescencia y su póster a tamaño natural.
(Gracias Eva y Nacho por la idea: Nos vemos por los túneles...)

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