jueves, 24 de noviembre de 2016

Microrrelatos Sin Pudor (Volumen 42): Macedonia sin ti.




Recuerdo que una vez quise ser Macedonia. No el postre de frutas sino el país. Pero no se dio. Como tantas cosas en mi vida. Quise ser Macedonia. Sin saber que tenía que ser la Antigua República Yugoslava de Macedonia por un acuerdo con Grecia a la hora de denominarse en los diferentes organismos internacionales. El caso es que quería ser Macedonia y no supe ni ser yo misma. Y así me luce el pelo. Que lo sigo teniendo sucio y con las puntas abiertas. Aunque eso no debería importar en el caso de llegar a ser Macedonia. O la Antigua República Yugoslava de Macedonia. Lo recuerdo bien porque todo me recordaba a ella. Todo menos ella, que era alérgica a la fruta.



Foto: Sue Lyon como Lolita, Bert Stern.


jueves, 3 de noviembre de 2016

Leyendas urbanas de tulipanes amarillos


Cuenta una leyenda urbana que estabas triste cuando no me veías.
Estabas melancólica cuando no estaba a tu lado.
Eras menos feliz cuando yo te faltaba.
Pero era una leyenda urbana.
Era una leyenda que difundían irónicamente los que te veían alegrarte en camas ajenas con cuerpos extraños.
Era una leyenda que tapaba las excusas de tu malestar llevado al éxtasis del porque sí.

Yo sí estaba triste porque no me veías, melancólico por no estar a tu lado, menos feliz porque me faltabas, y nada era una leyenda urbana.

Quizás debía tomar cartas en el asunto, pero no es mi estilo. Me he acostumbrado demasiado a que me las repartan y dejarme llevar por las normas del juego. Y el juego indicaba que yo ya no estaba a tu lado.



Soñé con abordarte y convencerte de que no te fueras. Fantaseé con encontrarte y hacer que me dejaras volver a tu lado.

Pero sólo se me ocurrió saltar a tu balcón.
Para enterrar bulbos de tulipanes amarillos en tu arriate.
Algún día florecerán y serán bellísimos.
Como tu sonrisa cuando los veas y sepas qué significan.

Aunque hay muchas leyendas urbanas sobre los tulipanes amarillos.
Más que sobre ti.

Lo importante es que algún día florezcan. Porque con los tulipanes (amarillos o no) nunca se sabe...