jueves, 27 de diciembre de 2012

Recuerdos de cables y de calles



¿Recuerdas ese día que descubrimos el cable en la calle que en lugar de tener colgado un par de zapatillas por los cordones, como es lo habitual, tenía sujetadores?
Ese día fue el día más maravilloso de mi vida. El día que descubrí esos sujetadores colgados de aquel cable en aquella calle.




¿Recuerdas ese día después que volvimos a pasar y querías colgar tu sujetador en el cable y a mí no me hacía gracia?
Ese día fue peor que el anterior. El día que quisiste colgar tu sujetador de aquel cable en aquella calle y yo no te dejé y tú no lo entendiste.

¿Recuerdas ese día después de aquellos dos, cuando volvimos a pasar y señalaste el sujetador que habías colgado en el cable y que yo no te dejé anteriormente porque no me hacía gracia?
Ese día fue el día más maravilloso de tu vida. El día que me enseñaste tu sujetador colgado de aquel cable en aquella calle.

¿Recuerdas anoche cuando volvimos a pasar por la calle donde estaba el cable con los sujetadores colgados en lugar de zapatillas unidas por los cordones y yo te pedí que no miraras arriba y que te fijaras en lo bien que me quedaba tu sujetador puesto?
Ese día fue el día indicado para que terminara nuestra maravillosa historia común. El día que te enseñé tu sujetador puesto en mi pecho y tú decidiste mirar al cable.




Todo son recuerdos, pero a mí me queda tu sujetador. Huele a ti y no pienso colgarlo nunca de ningún cable. Sospecho que a ti te gustaría verme colgado del cable que descubrimos en aquella calle en el que había sujetadores en lugar de las típicas zapatillas unidas por los cordones.

Todo son recuerdos y todos son maravillosos.

(Al menos para mí)


miércoles, 26 de diciembre de 2012

Buscando complicidad y ayuda

¡Felicidades!
Si aún no lo sabías es porque no te hemos dado el suficiente tostón con el tema y este post te parecerá nuevo y noticiable: ENHORABUENA.
Muchas y muchos no tienen tu misma suerte y están un poco (bastante) hasta las narices de que les digamos que voten y voten y dejen de votar...





cabezadeavestruz se presenta por tercer año consecutivo a los Premios 20blogs del diario 20 minutos. Son unos premios prestigiosos que pueden darnos el empujón adecuado hacia ese sitio que no sabemos aún cuál es, pero al que queremos ir.

En anteriores ediciones sólo podían votar blogueros y blogueras inscritas en el concurso. Este año se abren las votaciones a todo el mundo. Simplemente tenéis que registraros en 20minutos.es y luego pinchar el siguiente ENLACE y votar por cabezadeavestruz


Si no os parece adecuado votar a cabezadeavestruz, tenéis más de 800 opciones en la categoría de Cultura y Tendencias donde elegirnos, que es la categoría en la que participamos, pero probablemente Dios matará un gatito, tu casa olerá mal, no podrás llevar a tu niño a la universidad y tu aparato de música se pondrá automáticamente en bucle y no podrá parar de emitir canciones de Amaia Montero...

Además, podéis votar en el resto de categorías y descubriréis sitios estupendos donde pasar el tiempo mejores que esas páginas que veis tan a menudo y que han provocado que vuestra expresa haya capado varias cosas en el internet del curro...


A votar, a votar... Que el mundo se va a acabar. No os confiéis porque ya nos hayamos olvidado de los mayas, porque me sé yo de unas cuantas razones que indican que el Fin del Mundo está al caer. Pero esa ya, es otra historia... 



miércoles, 19 de diciembre de 2012

El Apocalipsis llega demasiado pronto







Arthur Rimbaud murió demasiado pronto para imaginarlo.

Me hubiera gustado que él fuera el segundo de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis, pero decidió desde muy joven que la vida no tenía mucha gracia y dejó de escribir para morir traficando con armas en África. Nunca  me perdonaré que no hubiéramos tenido tiempo de conocerle.

Nacimos tarde para los Rolling Stones, para follar sin conocimiento en Woodstock, para tirar piedras en el Mayo del 68 de París, para llorar a Lennon, para tomar La Bastilla, para meneárnosla con Sara Montiel…

Arthur Rimbaud nació demasiado pronto para ser mi amante. Ni siquiera me imagino con él en algo más que una fascinación lírica. Fue toda su vida lo bastante jovencito como para no ser santo de mis ansias sexuales.

Nacimos tarde y los muy grandes murieron pronto.

Creo que va a ser cuestión de dejar de mirar la ventana esperando la llegada del Apocalipsis y esperar al lado del teléfono por si llamas. Hay cosas para las que nunca es demasiado tarde…



miércoles, 12 de diciembre de 2012

La asistencia de Sarunas Marciulionis en el servicio de caballeros




- ¿Quién era para ti Marciulionis?
- ¿Cómo?
- ¿Que quién era para ti Marciulionis?
- No te comprendo…
- Vale, Marchulenis creo que se le llamaba en España…
- Si.
- ¿Y eso a qué coño viene ahora?





Le acerqué el turulo y aspiró con ansia la raya que quedaba. Luego se chupó el dedo índice y lo pasó por encima de aquella tarjeta acabando con todos los restos que quedaban para llervarlo otra vez a su boca.

Me ponía mucho ver a una chica meterse cocaína.

Sonaba de fondo “Majete” de Rosendo. O quizás fuera “Flojos de pantalón” o “Pan de higo”, no recuerdo bien, pero seguro que era Rosendo. Aunque ahora que lo cuento, puede que fuera una canción de Leño. En cualquier caso, sonó algo en el bar que nos gustaba y nosotros seguíamos en el servicio. Lo que era seguro es que no era “Cosita” porque esa canción siempre la reconozco bien y me acuerdo mucho de ella, suene cuando suene y esté dónde esté.

Salimos del baño. La música atronó en cuanto abrimos la puerta. Nos miraron mal los que estaban esperando al pasar a su lado y nos adentramos en el bar. Pegué un trago a la copa mirándola. Me pone mucho ver a una chica meterse cocaína o recordar cómo se acaba de meter cocaína conmigo hace escasos momentos. Pero recordé algo.

- ¿Sarunas Marciulionis? ¿A qué coño ha venido eso?
- ¿Perdona?
- Mar-ciu-lio-nis –dije gritando, mientras hacía el gesto de botar un balón de baloncesto y encestarlo en una canasta imaginaria para que tratara de entender de qué le hablaba porque con la música no me estaba escuchando bien.

Reía. Sin más.

Volvimos al baño un rato después. Ella tenía ganas de meterse más y yo también. Pero yo tenía más ganas aún de ver cómo se metía porque me ponía mucho ver a una tía meterse cocaína.

- ¿Volvemos a hablar de Marchulenis?
- ¿Marciulionis?
- Antes lo hice porque en estos espacios tan estrechos me pongo muy nerviosa si voy con alguien a meterme.
- A mí me pone… No me dejó acabar y me comió la boca.
- …Marchulenis... Pude balbucear.



Pasó la noche, y finalmente nos metimos en su cama porque los dos consideramos que era lo mejor que se podía hacer a esas horas dada la temperatura que asolaba la ciudad en aquellos tiempos.

No volvimos a hablar de Sarunas Marciulionis ni de nada. Estoy seguro que fue una estratagema suya porque se dio cuenta de lo mucho que me ponen las tías metiéndose cocaína…





B.S.O. I: Majete, Rosendo.
B.S.O. II: Flojos de pantalón, Rosendo.
B.S.O. IIIPan de Higo, Rosendo.
B.S.O. IV: Cosita, Rosendo.


lunes, 10 de diciembre de 2012

Fotos que me gustaría haber hecho a mí (Volumen 10): Se llamaba Alicia, creo que decía






La encontré. 
Agobiada. 
Era una chica que se sentía muy grande y vivía en un mundo muy pequeño...

Le pregunté y no recuerdo bien si se llamaba Alicia o era algo que a mí me gustaba que fuera así.

La olvidé. 
Agobiada. 
Soy una chica que se siente muy pequeña y vive en un mundo muy grande...



B.S.O.: Alicia (Expulsada al País de las Maravillas), Bunbury.



lunes, 3 de diciembre de 2012

Hoy es Lunes pero anoche soñé que entraba en su biblioteca y le robaba un libro



El lunes empezó bien. Mejor que un Domingo de resaca, aunque cuando no tienes mucho más que hacer que admirarla y perseguir su aura por todas partes, te da igual el día en el que vives. 

Me invitó a su casa. Me invitó, como tantas otras veces, pero tenía algo especial para mí, para ese lunes después de que yo hubiera soñado que entraba en su biblioteca y le robaba un libro. 

Me dijo que no tenía biblioteca. 

Eso me paralizó. 




Mis sueños estaban muy lejos de la realidad. Le pregunté dónde tenía sus libros o si usaba un e-book y por eso no tenía biblioteca. Fantaseé con la idea de robar un archivo informático del posible e-book hasta que pensé que esas cosas tan de películas de espías son demasiado avanzadas para que se cuelen en mis sueños. 

Y más aún, si en mis sueños sale ella...


Me llevó a su despacho y me dijo que mirara.

Miré.

Tenía los libros en una estantería colocados al contrario que todo el mundo. Los ponía con el lomo hacia dentro, de manera que al mirarlos, veías una combinación extraña de diferentes tonalidades de blanco, beige, según las páginas de cada libro. No me explico cómo podría reconocer cada libro, pues había muchos. No sé por qué lo hacía así, al contrario que el resto de los mortales. No me atreví siquiera a comentárselo, pero vio mi cara de asombro y de su boca salieron aquellas palabras:

- Viene a ser como Amsterdam: Sabes que puedes comprar hierba en los coffee shops porque la gente lo cuenta, pero hasta que no llegas y lo compras, no tienes claro que es lo que todo eso significa. Eso son mis libros del revés. 
- Quizás sea el resto del mundo el que los tiene al revés... ¿Has pensado alguna vez comprarte un e-book? Yo tengo uno y me encanta, es muy práctico.
- Nunca podrás meter una flor seca que te regale en tu e-book. Vas a tener que volver a coger un libro de verdad.

Y tras decir eso, me dejó a solas con su estantería llena de libros colocados con el lomo hacia adentro. 

Me olió un poco a marihuana, pero no quise decir nada.




Hoy es Lunes pero anoche soñé que entraba en su biblioteca y le robaba un libro