domingo, 30 de mayo de 2010

Mister Barbie: Séptima Entrega


Este mes Mister Barbie se pone cinematográfico en la web de la Asociación Cívica Ciudad de Badajoz.

Espero lo disfruten moderadamente: "Badajoz y el Séptimo Arte"
Ahora que por fin han retirado las tropas de la capital pacense, puede ser un buen momento para pasarse por la web de la ACCB

Besos y abrazos


viernes, 28 de mayo de 2010

Otra noche sin dormir (Volumen 1):


 
Otra noche sin dormir, Jueves por la mañana.
Encuentro similitudes en todas las caras que veo a mi alrededor. Las miradas no son extrañas, aunque no me conozcan, aunque no sepan nada de mí. Quizá tampoco sepan nada de ti, pero eso ahora no es importante. Nada es importante cuando se va en el metro sin prisas. El juego de miradas es espectacular. El espectáculo está a punto de empezar. Fascino y me fascinan, pero nadie lo sabe, ni siquiera yo. Y mucho menos tú.

¿Qué posibilidades existen de que tú y yo nos volvamos a cruzar? Seguramente alguna hay, lo difícil es que nos reconozcamos. Por eso pongo tanto interés en mirar analíticamente cuando voy en el metro, sin ningún miramiento ni contemplación (aunque suene contradictorio).

Rocía tu mente con inesperadas sensaciones que empantanen tus pensamientos. Rocíalo por la mañana, al amanecer.

No es sólo juntar miradas. Es más que eso: son sentimientos encontrados, son sensaciones desordenadas, despiadadas y acusadoras. Penetrantes como el reflejo físico de la mirada, de los ojos que te traspasan cuando no estás preparada para ello. Por eso es mejor estar siempre alerta, siempre acechante. Como las lechuzas vigilan e iluminan la boscosa noche con sus desmesurados ojos. Altiva pero accesible, o al menos eso les gusta pensar a los que la rodean.

¿Recuerdas el 92? Fue un gran año. Yo cumplía diecisiete años, y creo que fue un buen momento en mi vida. No conocí ninguna rubia espectacular, o cuanto menos no era tan espectacular cuando no la recuerdo. Tampoco nació Jim Morrison, ni Woody Allen, ni nadie que ahora mismo me venga a la mente. Seguro que alguien importante si vino al mundo, pero que me disculpe por no saberlo ahora mismo. Seguro que alguien importante nació, pero aún no ha tenido tiempo de ser importante.
Si todavía no le ha dado tiempo de llegar a ser importante… Podemos plantearnos que quizá nunca llegue a serlo... Luego saldrá algún personaje fascinado por las teorías que dicen que todo está escrito, que el destino no se puede cambiar y nos convencerá que si alguien importante nació en el 92, no hay manera de evitar que llegue a ser importante.
¿Seguro que no hay manera? Si me dicen quién es, ya me encargaré yo de abortar sus propósitos. Bien es cierto que no se conocemos quién va a ser importante de todos los nacidos en el 92, aunque si el destino está escrito, debería saberse.

Cuán fácil sería exterminar a todos los nacidos en el 92 y mandar a tomar por culo al destino.

Claro que si mandamos a tomar por culo a todos los nacidos en el 92, llegarán a ser importantes precisamente por eso, por irse a tomar por culo, todos en masa con lo que el destino llevaría razón. Y por ahí no paso, mandemos sencillamente a tomar por culo al destino y dejemos de preocuparnos por él de una puta vez. No le demos el valor de condicionar nuestra vida, pues ese es leitmotiv que lo mueve y que lo hace perpetuarse y reafirmarse.

Preocupémonos tan sólo de evitar nuestro destino.

Olvidemos por un momento que hemos vuelto a pasar otra noche sin dormir.


domingo, 23 de mayo de 2010

No more spoilers…




En unas horas todo habrá terminado.

El sol martiriza Madrid y yo dudo entre irme a pasar la noche a un cine que proyecte el maratón final de LOST o acostarme con la esperanza de que el calor me deje dormir.
Han sido años de emoción progresiva, de interés creciente, de fantasía desbordada. Nunca me gustó hablar demasiado de ello, y una vez que acabe no va a ser una excepción. Dejaré al cadáver reposar y seré feliz por lo que viví con él. No voy a llorar en el velatorio, me sentiré afortunado por haberlo conocido y por haber compartido muchos buenos momentos con él. No pienso ser el perro que se queda en la puerta de un cementerio porque siente que dentro está su amo muerto y sigue esperándolo sin descanso.



No sé que me van a deparar las dos horas y media que nos queda de relación, pero pase lo que pase, la ruptura, por abrupta que sea, no podrá empañar los buenos momentos vividos.
Esta noche se cierra una etapa. Sólo el tiempo podrá decir cuán importante ha podido ser.



Pase lo que pase, Siempre nos quedará la Isla…


¿O era París?


miércoles, 19 de mayo de 2010

Obsesiones y Parafilias (Volumen 6): El Suicidio


La última vez que me suicidé…

Así comenzaban las cartas que Neal Cassady escribió a Jack Kerouac contándole sus escarceos sexuales mientras vivía en Denver.
 
Pero saliendo de las cartas y pasando a los periódicos, hace poco tiempo que en España el Suicido ya es la primera causa de muerte no natural.

¿El suicido no es una muerte natural? ¿Hay alguna muerte natural? Si estoy en lo cierto, hasta a las muertes más “lógicas”, las de los ancianos de avanzada edad, a las que se suele calificar con la terrible frase “ha muerto de viejo”, se les busca causa, se busca explicación: Un fallo respiratorio, una arritmia, un paro cardiaco… Se intenta que no sean naturales, al menos se les busca un porqué. No tenemos asumido el concepto de morir como algo lógico y tiene que ser explicado. ¿Por qué entonces catalogamos el suicido de muerte no natural si el ideal de nuestra medicina es poder clasificar todas las muertes para que no sean naturales?

¿Qué causa un suicidio? Si alguien tiene sus estados alterados por sustancias tomadas conscientemente y con total libertad y en una alucinación se tira por la ventana ¿Es causa natural? ¿Es suicidio?...
El suicidio es una huida.  ¿Hacia delante?... Cuando se huye siempre se huye hacia algún sitio, aunque no sepamos bien cuál es. ¿Dónde se va cuando uno se suicida? ¿Se piensa en eso? ¿Se cree en algo más? ¿Se busca algo?
 

 
¿Es cobarde suicidarse? ¿Es valiente? ¿Es rastrero? ¿Es malo para la humanidad que la selección la hagamos cada uno individualmente, con nosotros mismos?
Siempre hay algún personajillo (conocemos muchísimos) que se toma esto de la selección natural en serio y la plantea fuera de sí mismo… ¿Nunca hemos pensado que a aquel que le dio por matar a quince o veinte personas indiscriminadamente hubiera hecho un mejor servicio a todos suicidándose antes? 
 

Es un hecho estadístico que en sociedades aparentemente más avanzadas que la nuestra, el suicidio está a la orden del día. Japón, Suiza, Suecia, Francia… Nos aventajan en porcentaje de suicidas por habitante. Pero, ¿Todos los suicidios valen igual? Siendo políticamente incorrectos habría que decir que no, que aunque nos hayan vendido que todas las vidas humanas valen lo mismo, lo cierto es que las hay muy baratas, incluso de saldo. Probablemente haya una congregación ahora mismo en Burundi que se esté suicidando en masa bebiendo un veneno en un acto ritual, que ni siquiera saldrá en las noticias, pero el suicidio de un joven (por muy despojo social que sea) en nuestro país saldrá en todos los informativos e incluso se analizarán las causas. Hay quien pronostica que la crisis elevará el número de suicidios, pero en la Unión Europea, el país aparentemente más en crisis es el que sigue teniendo la menor tasa de suicidio: Grecia.

Yo creo en otras razones para el suicidio más allá de la crisis:

Por una Mujer: No la comparto. Es una imbecilidad suicidarte por una persona que crees única y que te convences que no puedes vivir sin ella, pero que haberla conocido no es más que una cuestión de azar y además con un porcentaje de probabilidad totalmente irrisorio. Aún así, es una de las causas que provocan mayor indulgencia en la sociedad y una de las más literarias y románticas razones para quitarse la vida.

Por hastío vital: Obvia, lógica… Aunque suponga un desprecio para todos los que llevan una vida más terrible que la propia.

Por Arruinarte: Recordemos el Crack del 29. Las bancarrotas causan en algunos que no puedan ver más allá. Otro desprecio brutal para todos los que viven en la pobreza.

Por ver la muerte que viene de frente: ¿Hablo de eutanasia? ¿Hablo de la imagen de los que se arrojaron al vacío al saber que no podrían escapar con vida de las Torres Gemelas una vez que estas estaban en llamas? La muerte me mira de frente y le hago un corte de mangas arrojándome a ella antes de que me alcance… ¿Recuerdas cuando siendo adolescente dejaste a una chica antes de que ella te dejara a ti por el mero hecho de saber que te iba a dejar? 

Por trastornos mentales, por enajenación mental, por controlar algo dentro de una vida en la que no controlamos nada…

Un día te levantas deprimido, tu vida empieza a carecer de sentido y todo lo que ocurre a tu alrededor se hace banal e insignificante; pasa el tiempo y el día menos pensado ves el hueco y te lanzas al vacío...
Son multitud los ejemplos de artistas atormentados (o no) que han perdido la vida por decisión propia:

“En la vida le esperaba el desengaño; ¡la fortuna
le ha ofrecido antes la muerte! Eso es morir viviendo
todavía; pero ¡ay de los que le lloran, que entre ellos
hay muchos a quienes no es dado elegir, y que entre
la muerte y el desengaño tienen antes que pasar por éste
que por aquélla, que ésos viven muertos y le envidian!”
(Mariano José de Larra. Se pegó un tiro a los 27 años)

Virgina Woolf se despidió de su marido, oyendo voces y desasosegada por la felicidad vivida, antes de ahogarse intencionadamente en el río, temiendo volverse loca otra vez.

Maiakosvki se pegó un tiro y dejó una carta en la que pedía que no se culpara a nadie de su muerte.

Ciorán dijo que “Suicidarse no vale la pena, siempre es demasiado tarde”, aunque también decía "¿Que porque no me mato? Si supiese exactamente lo que me lo impide, no tendría ya más preguntas que hacerme puesto que habría respondido a todas...”

Emilio Salgari se suicidó, tras algún intento fallido, dejando escritas varias cartas, entre ellas una a sus editores pidiendo que se ocuparan de los gastos de su funeral, ya que ellos se habían enriquecido por su pluma, la cual rompe gráficamente como despedida.

Muchísima gente en el mundo se ha pasado la vida (paradoja de las paradojas) buscando una respuesta a la misma, escudriñando una razón para no quitársela o una buena y justificada manera para hacerlo.

Hermann Hesse, en El lobo Estepario decía que:
“Yo creo que en el fondo es más noble y más bello dejarse vencer y sucumbir por la vida misma que por la propia mano. Además, uno se obliga a vivir porque alguna vez vivir es extraordinario. Es maravilloso que en verdes valles de alguna parte buena gente vigorosa cultiva vides y saca vino, para que acá y allá en todo el mundo, lejos de ellos, algunos ciudadanos desengañados y que empinamos el codo calladamente, podamos extraer a nuestros vasos un poco de confianza y alegría.

El suicidio es, en efecto, una salida, pero muy vergonzante, porque entre algunos muy admirables hay muchas personas que se hacen suicidas en cierto modo por casualidad; hombres sin personalidad, adocenados y de rebaño.”
 
Podemos pensar que el suicidio es una opción para vidas condenadas, pero lo cierto es que la única modalidad que se suele aceptar es el suicidio del gran personaje, del vencido, del ídolo caído… Se podría pensar que hay que tener un cierto status para suicidarse, cuando es una de las acciones más al alcance de todo aquel que se lo proponga y tenga arrestos suficientes para hacerlo. Pero, ¿Fue bueno que Hitler y Eva Braun se suicidaran?

Kurt Cobain cantó en una de sus últimas canciones “Me odio y quiero morir” y se disparó con una escopeta en la cabeza. ¿Sería Cobain y Nirvana lo que son actualmente si no se hubiera suicidado nuestro amigo grunge? No descubro nada si digo que su suicidio creó al mito e hizo que su nivel artístico fuera mayor a ojos de los cobardes mortales que no se suicidan.

El suicidio está presente, es parte de la historia, es parte de la vida. Como lo es la muerte, como lo es el asesinato.
 
El primer suicida al que la Historia dedica unas líneas es Periandro (siglo VI a.C.), uno de los Siete Sabios griegos. Diógenes Laercio contó cómo el tirano corintio quería evitar que sus enemigos descuartizaran su cuerpo cuando se quitara la vida, por lo que elaboró un plan digno de Norman Bates. El monarca eligió un lugar apartado en el bosque y encargó a dos jóvenes militares que le asesinaran y enterraran allí mismo. Pero las órdenes del maquiavélico Periandro no acababan ahí: había encargado a otros dos hombres que siguieran a sus asesinos por encargo, les mataran y sepultaran un poco más lejos. A su vez, otros dos hombres debían acabar con los anteriores y enterrarlos algunos metros después, así hasta un número desconocido de muertos. En realidad, el plan para que el cadáver del sabio no fuera descubierto era brillante, pero en lugar de un suicidio tenía visos de masacre colectiva. (http://www.muyinteresante.es/el-primer-suicida-curiosidades-de-la-historia)

Desde Periandro hasta los últimamente célebres trabajadores de France Telecom, nuestra vida siempre ha estado al borde de que un buen día nos despertemos y las ganas de seguir no puedan con la determinación de acabar con todo.
Se puede pensar que Siempre hay que seguir, aunque sólo sea por curiosidad, como se dice en Martin (Hache) donde el padre escribe para su hijo, que acaba de intentar suicidarse la siguiente lista de razones para no volverlo a hacer:
“El asesino difuso”
Algunas razones para combatirlo y seguir viviendo:
A) Por puro instinto vital.
B) Por curiosidad: por saber qué pasará mañana y qué será uno mismo mañana.
C) Por el asombro que provoca ser uno mismo, el mismo, pero distinto cada día, mes a mes, año a año.
D) Por intentar hacer lo que sea, lo que se quiera, lo que a uno le guste, sin preocuparse por conseguir el éxito o el fracaso, buscando sentir solamente el placer de intentarlo. Importa el camino, no la meta.
E) Por la Aventura, que existe y viene si uno la busca y nos hace conocer el riesgo, la fortuna, y todo lo que uno es capaz de imaginar.
F) Por toda la gente que nos falta conocer. Por las mujeres que uno conocerá y amará.
G) Por el placer de comer y beber con amigos y amantes y amanecer borracho en los bares filosofando.
H) Buscar razones para vivir es una buena razón para seguir viviendo y si no las hay, hay que inventárselas.

No se le ocurrió dar como razón para seguir viviendo a Cecilia Roth, pero para mí es una de los mejores motivos que puede alguien tener para seguir vivo.
 
 
 
 

martes, 18 de mayo de 2010

Microrrelatos sin pudor (Volumen 6): No te desnudes todavía


-    No te desnudes todavía
-    ¿Por qué? ¿No tienes ganas?
-    No es eso, no es eso…

Bajó la mirada apesadumbrado. Recordó cuántas veces se había dicho a sí mismo que lo más bonito de llegar a algún sitio es el camino que se recorre. Tras largo tiempo seduciéndola, la tenía por fin a su merced, dispuesta a todo, pero ya sólo podía pensar en el tiempo que pasó frustrado maldiciendo su suerte porque ella no le hacía caso. 
¡Vámonos!
¿Dónde? – dijo ella con extrañeza 
- ¡Vámonos! La Policía debe estar a punto de llegar

La agarró de la mano y, evitando pisar el cadáver, salieron del dormitorio. Al cerrar tras de ellos la puerta de la casa, se dio cuenta de que era el momento de comenzar otro camino.
Días después, la prensa hablaba de un asesinato pasional. Sólo él sabía la verdad.


jueves, 13 de mayo de 2010

Anticrónicas de Conciertos en lasgafasdemike.com: Iggy Pop & The Stooges, Sala La Riviera, 30-04-2010

En la web Las Gafas de Mike han publicado una nueva "Anticrónica" del que les atormenta en este blog.

En esta ocasión: Iggy Pop & The Stooges y el concierto celebrado en la La Riviera (Madrid) el pasado 30 de Abril del 2010.

Si quieren pasar por allí y echar un vistazo, están todas y todos invitados.

¡Salud!

miércoles, 12 de mayo de 2010

Obsesiones y Parafilias (Volumen 5): El Apocalipsis de San Juan, El Principito y el 7

Desde pequeñita vivió obsesionada con aprenderse de memoria todo “El Principito”. Nunca nadie supo de dónde le venía tan extraña afición, pero siempre tuvo una cita que aplicar en cada momento cuando alguien no tenía nada que decir.


Hay quien la recuerda dando largos paseos por el campo, recitando para sí misma la obra de Saint- Exupéry despreocupadamente.
Todas tenemos obsesiones. La suya puede que pareciera más exótica o extraña, pero sólo desde la perspectiva de compararla con las nuestras. Las obsesiones solemos guardarlas bajo llave. Ella dedicó su vida a trabajarla. Y a compartirla con el mundo.

Enamoró a mucha gente con su curiosa afición. Hay muchos que se derriten cuando le sueltas una frase del Principito en el momento adecuado. Ella lo trabajó siempre al milímetro. Cuando la conocí me di cuenta enseguida de que su obsesión sólo la podría llevar a dos sitios: Al Asteroide B612 o a la muerte.


Vivió, soñó, amó y deseó siempre bajo los dictados de su fiel acompañante, de su pequeño príncipe. Su vida fue maravillosa, su vida fue lo que ella eligió que fuera. Su vida fue bien hasta que se cruzó con él...

Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora.


Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete trompetas. Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono. Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos. Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto.


Y los siete ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas.

Para honrar su memoria no debemos olvidar nunca la mayor enseñanza que quiso (involuntariamente) dejar a todas sus amigas:
Si pasas la vida entera aprendiéndote de memoria El Principito, no te enamores nunca de alguien que recita el Apocalipsis de San Juan cada mañana. 
Por mucho que te guste. 
Por mucho que lo desees.


jueves, 6 de mayo de 2010

Obsesiones y Parafilias (Volumen 4): Mudanzas, fotos compartidas y recuerdos.


Volví a encontrarme con la foto. Ni me acordaba de ella. Algo bueno han de tener las mudanzas. Entre miles de cosas inservibles apareció, en un álbum lleno de fotos de aquellas noches, de aquellos días. Pero sobre todo de aquellas noches. Sobre todo de ti y de mí. Sobre todo de ti.
No me acordaba de ella. Creo que tú no llegaste a verla nunca. Hoy en día esto tiene menos gracia debido a la maldita pantallita de las cámaras digitales que todos tenemos. Pero en aquellas noches, en aquellos días, las cámaras eran otra cosa. Tú y yo éramos otra cosa. Sobre todo yo.

Tu graciosa manía de coger las cámaras y hacerte las fotos a ti misma. Extender el brazo y hacerte la foto, sola o acompañada, pero tú misma. Ahora se pueden borrar al momento. En aquellos tiempos, quedaban para siempre. Tu maldita manía de coger las cámaras y hacerte las fotos a ti misma. A mí ahora me parece tierna, graciosa… En aquellos tiempos me sacaba de quicio. ¿Cuántas fotos tendrás que te hayas hecho tú misma? Seguramente ni tú las podrías contar. Sobre todo porque casi siempre eran con cámaras ajenas, cámaras de gente que a veces casi ni conocías. Tu puñetera manía de coger las cámaras y hacerte las fotos a ti misma.
Amigos y no tan amigos que eran conscientes de tus costumbres cuando volvían a casa felices con su puñado de fotografías recién reveladas. Cuánta desagradable sorpresa. Pero seguro que también habrás dado más de una alegría. Eras muy guapa. Sigues siendo muy guapa. Y a las guapas se le disculpan las travesuras un poco más que a los demás.
Pero esta foto la tengo yo. Y seguramente no la conozcas. Y casi nadie sabe que la hiciste tú. Ni siquiera saben que sales tú. Yo salgo y se me reconoce. Si alguien la ve, puede que sepa que detrás estás tú, pero no tendría una total seguridad. Al fin y al cabo, yo te tapo. Y debo de tapar bastante, porque no se te ve casi. ¿Recuerdas cuando me decías que me quitara del medio porque te tapaba el sol? ¿Recuerdas esos días? ¿Recuerdas aquellas noches?

Fu una de las noches de las que guardo mejor recuerdo. Aunque hasta ver la foto no me hubiera vuelto a acordar de ella. Ray Loriga escribió en “Tokio ya no nos quiere” que "la memoria es el perro más estúpido, le lanzas un palo y te trae cualquier cosa". Yo he empezado una mudanza y ha aparecido la foto. Yo lancé mi nuca al primer plano de la instantánea y me ha devuelto tu preciosa cara. Oculta tras mi cabeza, pero mi memoria es el perro más listo. Me ha vuelto a llevar a aquel bar, a aquella oscuridad, a aquella conversación, a aquella interrupción.

¿Te acuerdas?
Yo sí. Yo estaba allí. De espaldas. Intentaba contarte algo interesante. Intentaba que captaras mi atención. Aunque tú sólo tenías interés en hacerte fotos. Incluso en hacernos fotos. Tuyas y mías, juntos.

No salgo bien en las fotos. No salgo bien en las fotos cuando voy de fiesta por la noche. Y a ti te encantaba sacar fotos cuando estabas de marcha. Mi cara solía estar pálida. El flash me ponía los ojos rojos. El reflejo del alcohol en mi cuerpo me quitaba los colores del rostro. A ti no, nunca. Tú siempre salías bien en las fotos. Quizás porque te enfocabas a ti misma. Tus ojos llenaban cualquier instantánea por básica que fuera. Tus ojos nunca salían rojos. Tus ojos eran de un color que el rojo no se atrevía a cubrirlos.

Aquella noche sería diferente, ahora lo recuerdo. Nunca nos habíamos besado, aunque llevara toda una vida esperando hacerlo y tú no lo supieras. Aunque lo supieras de sobra. Aunque ése fuera el motivo de no besarnos. Te acercabas, me rozabas, juntabas tu cara a la mía… Pero no nos besábamos, sólo nos hacías fotos. Incluso nos hacías fotos besándote en la mejilla. Incluso nos hacías fotos besándome en la mejilla. Multitud de veces fantaseé con la idea que girar la cara cuando querías fotografiarnos besándome la mejilla. Un encuentro inesperado, al menos para ti, en la antesala de la foto. Un encuentro deseado, al menos para mí, que estaba hasta las narices de tanta foto. Aunque fuera la manera en la que te podía tener más cerca. En la que podía sentir tu piel. En la que te oía respirar. En la que te olía. En la que te rozaba. En la que te sentía. En la que era el centro del universo. Sólo por estar a tu lado. Sólo porque quisieras hacerme fotos contigo.
Aquella noche quisiste hacer una foto como tantas otras veces. Pero la cámara era mía. Ésa fue la señal. No quería tener más fotos iguales a las que tenía el resto del mundo. Era mi cámara e iba a ser mi foto. La foto.
Gírate, me dijiste. Me agarraste del hombro mientras tu otra mano se extendía hacia detrás de mí para hacer la foto en cuanto estuviera al lado tuyo, y no frente a ti. Tus brazos estaban cada uno a cada lado de mi cuerpo y era lo más cerca que nunca estuve de un abrazo hasta ese momento, más allá del ligero brazo por tu cintura o por tus hombros cuando mandabas para hacer las fotos.
Tu brazo se cansaba. Pesaba mi cámara. Tu otro brazo también se cansaba, pero hacía cada vez más fuerza para que me girara a tu lado y dejara tu cara frente a la cámara, sin que mi cabeza y mi espalda la pudiera tapar. Para mí duró una eternidad. Para ti, seguramente, no sería más que un pequeño instante previo a tantas y tantas fotos.

Me giré cuando tratabas de disparar mi revolver en forma de cámara fotográfica. Tenías mucha experiencia haciéndolo. Yo era un inútil. Pero no esperabas que pudiera darme la vuelta justo en ese momento. Disparabas a mi corazón, como tantas otras veces, y te ofrecí mi nunca. ¡Qué bella forma de morir!, pensé en aquel momento. Tras mi cabeza unos labios buscaron tus labios. Tus labios no rehuyeron los míos.

Nos besamos, pero nadie lo supo. Nos besamos, pero en la foto sólo sale mi nuca. No me acordaba de aquella foto. Hoy he vuelto a verla. El álbum lleno de fotos de aquellos días, de aquellas noches, no tiene sitio en las cajas de la mudanza, pero la memoria es el perro más estúpido...


Comentarios Perdidos

Tras multitud de recomendaciones y peticiones, me he decidido a cambiar el formato de los comentarios en cabezadeavestruz.
El nuevo formato es más ágil, sencillo y rápido, y permite que todas y todos aquellos que no podían incorporar comentarios por no tener cuenta de google o les daba error, puedan hacerlo sin problemas.
El nuevo sistema Disqus permite incorporar comentarios prácticamente desde cualquier plataforma o correo electrónico, permite hacerlo en tiempo real, comentar desde el perfil de caralibro y demás redes asociales, valorar, hace el blog mucho más activo y participativo...
Vamos, que mejora mucho lo que había actualmente.

Pero, ¡Oh sorpresa!

Todo ésto tenía una pega con la que un principiante informático de mi calaña no contaba:


Ya no se ven los comentarios anteriores a su instalación. Parece que hay alguna forma de subsanar el problema, pero no sé si estaré preparado para conseguirlo. De momento, la única realidad es que ha desaparecido la visibilidad de los comentarios que se han hecho en este blog hasta la instalación de Disqus. Con lo que había costado que se empezara a animar la gente a participar...

Espero no se tomen esto como un desprecio los fieles seguidores y los que se animaban a participar de vez en cuando, ya que este blog (como casi todos) está vivo por la participación de las lectoras y los lectores que dan gasolina al pirado del autor...

Sólo ha sido un accidente. Espero contar con su comprensión y me tomaré esto como un nuevo punto de partida.

Gracias por su comprensión y por su participación (nueva)

Nos vemos en los bares
(discutiendo de informática, que creo que lo necesito)