Cerró el kit de supervivencia. Había metido dentro tres o cuatro certezas.
Como que Dorothy no era Judy Garland. Esa era una de las grandes mentiras con las que tuvo que vivir toda la vida. Y el león, el espantapájaros y el hombre de hojalata tenían actores dentro…
Metió también aquello de que si algo es el doble de bueno, probablemente durará la mitad.
Y la realidad de que se le daba muy mal arreglar televisores.
Salió al mundo, pero el mundo ya no estaba allí. Se había demorado mucho preparando el kit de supervivencia y ahora ya no había que sobrevivir. No merecía la pena. No tenía arreglo.
(O no estaba en sus manos).