jueves, 19 de enero de 2017

Llorar mola mucho y no me había dado cuenta hasta ahora.

Mola llorar.
Mucho.
De emoción, no de rabia ni de pena.
Emocionarse y dejarse llorar.



(No sé si es correcta la expresión "dejarse llorar" pero es así).

Lo he descubierto hace poco y lo hago cada vez que puedo.
Me carga de energía, me hace pensar que las cosas merecen la pena, me acerca al mundo.

Hay que llorar de emoción.
Hay que emocionarse.
Y que la emoción sea física.
Eso es llorar.
Creo.
Soy muy novato en esto, quizás sólo sea la emoción del principiante.

Como cuando descubres el sexo...