martes, 19 de julio de 2016

Microrrelatos Sin Pudor (Volumen 41): La juventud y las ganas





Ella era aún joven. 
Al menos así lo pensaba. 
También los demás.

Sí, todo indicaba que ella era aún joven. Pero tenía mucho acumulado. "Vive deprisa" le dijeron y ella hizo caso. "No hay tiempo que perder" escuchó también y actuó en consecuencia. 
Y se cansó. 

Tanto, que se puso a mirar con detenimiento. Como nunca había hecho. Y de repente apareció aquello. No sabía si se lo había dicho alguien, si lo había leído por ahí o lo había visto en alguna película, pero comenzó a retumbar en su cabeza:

Una cosa os voy a decir: Llegadas ciertas edades es una estupidez quedarse con las ganas.

De repente se sintió mayor. 
Y sin ganas. 
Todo se iría al traste si miraba hacia atrás.

Pero como tantas otras veces se dijo a sí misma: Yo no soy estúpida. Guardó el libro, apagó la película o le cerró la boca al que hablaba, es un detalle que da un poco igual. Se lanzó a no quedarse con las ganas. Ahora sólo necesitaba saber qué era aquello que representaba la juventud y las ganas. 

Pero esa ya, es otra historia...




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