...Y entonces lo entendí todo y empecé a hacerme las preguntas correctas, porque creía tener las respuestas:
¿Qué fue de mis sueños infantiles?
¿Dónde quedaron mis propósitos vitales?
¿Es tarde ya para enderezar mi vida?
Y supe que quizás, sólo quizás, no era tan tarde...
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