- ¿Dónde
va esa mujer?
- No
sé Hermana, es Lunes.
- ¿Y
qué?
- Los
Lunes la gente está muy perdida.
- ¿Perdida?
Tendrán que estar muy cansadas, con ganas de nada, volviendo a la
rutina...
- Eso
no es así.
- ¿Ah no? ¿Por qué? ¿No odia la gente los lunes?
- Odiar
es una palabra muy fuerte, Hermana.
- Usted
me entiende.
- Sí.
Como aquel gato tan gracioso que odiaba los Lunes y amaba la lasaña.
- El
mundo es un lugar extraño. Miramos a esa mujer que está entrando en
el convento y hablamos de Garfield.
- El
mundo es un lugar muy bello, pero es lunes, Hermana.
Será
eso...
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