viernes, 25 de mayo de 2012

Microrrelatos Sin Pudor (Volumen 25): El Ascensor



Me senté en el sofá tras una dura jornada de trabajo. Esto no puede seguir así –me dije enfadado.

Pensé en construir un ascensor que cubriera el trayecto de mi entrepierna a mi cerebro. Comencé a diseñar los planos. Dudé si sería más necesaria una parada en mi corazón o una en mi hígado. 



Me quedé dormido mientras en la tele, esa pareja que no conocía se besaban apasionadamente en el ascensor de un gran hotel de un sitio que bien podría ser Las Vegas.

Cuando desperté a la mañana siguiente el ascensor ya estaba allí.

No me atrevo a usarlo: Se mezcla mi claustrofobia con la incertidumbre del recorrido. 



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