viernes, 28 de octubre de 2011

¿Vas a publicar algo nuevo? (Reflexiones en primera persona en torno a dos años de cabezadeavestruz)


-    Sí.
-    Sí... ¿Qué?
-    Que algo nuevo tendré que publicar
-    ¿Algo como lo del año pasado?
-    Pues no lo sé… Eso ya está hecho, ¿No?
-    Ya, pero todo ha cambiado. Ha pasado un año. Las cosas no son iguales.
-    Yo tampoco soy la misma.
-    Nadie es la misma persona en dos momentos diferentes de su vida.
-    No estaría yo tan segura.
-    Tú no estás segura de nada nunca.
-    Ahí tienes la respuesta entonces…

No sé quién soy ahora mismo. No sé qué debo hacer ahora mismo. No sé desde cuándo a mí me preocupa hacer lo que debo hacer. No sé desde cuándo hablo sola. No sé porqué escribo en femenino si llevo una asquerosa barba de cinco días que hace que me hayan pedido el billete tres veces en el metro, en un trayecto de 6 paradas.
Quizás debería replantearme todo. Eso requeriría un esfuerzo, pero no puedo seguir haciendo lo mismo continuamente

-    Tú no haces lo mismo siempre. Cada historia es diferente…
-    Gracias guapa, pero ni tú eres objetiva, ni eso es verdad…
-    Cuando te pones así no hay quien te aguante
-    Lo sé, pero si no lo hiciera no sería yo

Hay cosas que pasará el tiempo y no conseguiré. Tampoco sé si es lo que quiero. cabezadeavestruz me quita tiempo para conseguir escribir la gran novela que tengo entre manos desde que me conozco y que, desde luego no es El Párpado del Puercoespín.

Tú me quitas tiempo y lo sabes, pero no puedo resistirme a tu sonrisa.

Yo me quito tiempo manipulando mi entrepierna porque es algo que no pienso dejar de hacer nunca.



No pienso encerrarme en un desván, ni tengo intención de ser perseguida por los nazis. Aunque eso implique no llegar a escribir algo como “El Diario de Ana Frank
Me gustaría escribir “Lolita” pero no quiero que todos piensen que soy un pederasta. No puedo recorrerme la Ruta 66 porque no tengo carnet de conducir, ni voy a hacer dedo por la América profunda porque me da cada vez más miedo, ni pienso colarme de polizón en trenes de mercancía. Eso significa que no escribiré nunca “En el Camino” ni seré jamás un escritor de la Generación Beat. Ya no tengo edad para hacer lo que hizo Rimbaud. Ni interés tengo en hacerme traficante de armas en África. Y mucho menos, morir joven.
Paso de estar amenazado de muerte. No quiero escribir “Los Versos Satánicos”.
No quiero casarme y tener encima de la mesa el corazón de mi esposo fallecido, por lo que no escribiré nunca “Frankenstein” ni pasaré noches locas con Lord Byron* en un caserón jugando a inventar historias de terror.
Soy incapaz de escribir adecuadamente sin la utilizar palabras terminadas en “-mente”. No podré escribir coherentemente “Vivir para contarla” de Gabriel García Márquez, ni me podré sentir Stephen King con naturalidad, al igual que no tengo archivadores cerca de mí que me puedan inspirar para escribir “El Mago de Oz” basándome en el cajón O-Z como hizo Frank Baum, y mucho menos pienso practicar la medicina como Arthur Conan Doyle aunque eso me impida escribir posteriormente las novelas de Sherlock Holmes.
Estoy radicalmente en contra de llevar una vida como la de Edgar Allan Poe para escribir algo de su calidad, ni pienso trabajar en Correos aunque luego gane el Premio Nobel de Literatura cuando me echen por no atender mucho el trabajo como le pasó a William Faulkner.
Quizás haya algún psicópata esperando que escriba algo para tenerlo como libro de cabecera cuando mate a alguien, por lo que no quiero arriesgarme a la manera de J. D. Salinger y el asesino de John Lennon con “El guardián entre el centeno”, o alguna editorial deseando cambiar el título a lo que escriba porque se retrasen en los plazos a la manera del “1984” de Orwell que fue concebido como 1980 aunque eso ya no importe ahora. Al bueno de George seguro que sí le importó, y a mí también me importaría.

No quiero despedirme de mi marido, oyendo voces y desasosegada por la felicidad vivida, antes de ahogarme intencionadamente en el río, temiendo volverme loca otra vez, simplemente por pasar a la historia de la literatura a la manera de Virginia Wolf, ni suicidarme tras varios intentos fallidos como Emilio Salgari, para luego dejar escritas varias cartas, entre ellas una a mis editores pidiendo que se ocupen de los gastos de mi funeral, ya que ellos se han enriquecido a mí costa.


-    Te estás poniendo muy trágico
-    Es lo que pienso
-    Estás flipando un poco… Quizás deberías empezar por ponerte a escribir y luego ya si eso, te pones a pensar en esas cosas
-    Me gusta hacer planes con antelación
-    No. Eso es mentira. No te gusta. Nunca lo has hecho
-    A lo mejor ya va siendo hora
-    No te lo crees ni tú…

Y no me lo creo ni yo. No me creo nada. Ni creo en mí mismo.

-    Lo importante es que creas un poquito en ti
-    Yo creo en mí
-    Pues ponte a demostrarlo. A demostrárselo a todo el mundo. A demostrármelo a mí
-    ¿No será que tú no crees en mí?
-    Yo creo en ti más de lo que tú creerás en ti mismo nunca
-    Eso es imposible
-    No hay nada imposible

Nada es imposible. Quizás debiera alistarme en la marina y más tarde explicar las características técnicas de los aviones en los manuales de aviación de la compañía Boeing para emular al desconocidísimo pero admirado Thomas Pynchon, del que apenas se sabe. A fin de cuentas, de mí tampoco se sabe casi nada. No soy admirado ni estoy en la historia de la literatura universal, pero es un comienzo.

-    Deberías empezar por publicar un post en condiciones y dejar de poner chorradas en el facebook
-    ¡Oye! No te metas con el caralibro, significa mi mayor fuente de ingresos
-    ¿De ingresos? Más quisieras…
-    De ingresos en forma de gente que llega a cabezadeavestruz
-    Ya, pero eso no da dinero
-    Sí, pero si no entrara nadie sería muy triste
-    Yo entraría
-    Sí, pero tú no eres objetiva
-    No podrías soportar que lo fuera
-    Prueba
-    No quiero

Yo tampoco quería. Era un farol. Quizás deba hacer caso de sus consejos. Quizás deba escribir algo interesante, al menos para publicarlo aquí y ahora. Quizás después de dos años deba ponerlo todo en este post. Abrir cabezadeavestruz a todos mis anhelos y frustraciones, a todos mis delitos y pecados, a todas mis virtudes y bienhaceres, a ti, a mí y a nosotros, y a ellos que aún no nos conocen. Tengo que hacer un post donde poner todo lo vivido y por vivir. Tengo que escribir algo interesante y que a ti te impacte. Por lo menos a ti, aunque no seas objetiva.



Pero tendría que mirar hacia atrás, y últimamente tengo tortículis y además me da miedo convertirme en una estatua de sal.

Y no puedo mirar hacia adelante porque eso significaría madurar, y me da más miedo y tortículis aún…

Me miraré el ombligo aunque me dé un poco de vértigo y vergüenza. Como casi siempre.

-    Termina tu copa, que vamos a otro sitio
-    ¿A dónde?
-    ¿Dónde quieres ir?
-    Eres tú la que has dicho que termine mi copa para ir a otro sitio. Será porque sabes dónde vamos a ir.
-    No. Simplemente ya me he cansado de estar aquí
-    Como de costumbre…
-    Como de costumbre ¿Qué?
-    Como de costumbre, te cansas de las cosas aunque no sepas muy bien porqué ni para qué…
-    Me estoy cansando
-    Y yo

No quiero que me digan que simplemente no sé emplear el lenguaje (inglés) y que no es un jardín de infancia para escritores aficionados como le dijeron a Kipling al despedirle del Examiner de San Francisco aunque luego vaya a escribir (If...) ... y aprenda por fin a escribir poesía con mayúsculas. No quiero que busquen mis huesos en una cuneta cuando alguien recuerde que dije que “Poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse, y que forman algo así como un misterio” a la manera de Lorca.

-    Eres un misterio
-    Como la poesía
-    Tú no sabes escribir poesía
-    Lo sé, no hace falta que hagas sangre
-    Pero deberías escribir algo bonito de una vez
-    ¿Algo bonito es algo que te pueda gustar a ti?
-    Principalmente
-    No sabes lo que quieres
-    Tú tampoco, por eso soy tan importante a tu lado
-    Yo sí sé lo que quiero, lo que pasa es que ahora no me acuerdo.
-    Tú no quieres más que chorradas y de esas me acuerdo hasta yo…
-    ¿Chorradas?
-    Quieres ser Ivan Ferreiro enseñando dos dedos al público cantando M con los Piratas en el momento que la canción dice “y aún seguimos siendo dos”…
-    No veo que hay de malo… Y además, también lo hago cuando dice “nunca más seremos dos” y “esta casa es para dos”…
-    Ni de bueno…
-    Voy a tener que asesinarte: Sabes muchas cosas de mí
-    Tú me las has enseñado
-    Tú me has enseñado a enseñártelas. En cualquier caso: Voy a tener que asesinarte.
-    Escríbeme algo bonito antes. Me lo debes
-    Lo sé. Todavía te debo un cuento
-    Me debes mucho más
-    También lo sé…

Gracias por estar ahí. Esto no sería lo mismo sin ti. Probablemente, ni sería…


Posdata aclaratoria (Inútil como de costumbre, innecesaria como siempre):
Este post no está basado en hechos reales. Cualquier parecido con la realidad es intencionado, obviamente.
Este post está enmarcado en la Campaña “12 Días 12 Causas” iniciada con el objeto de festejar el 2º Aniversario de cabezadeavestruz.
La Campaña se está desarrollando fundamentalmente en el caralibro (Sí, ya sé, tú no tienes… Pero yo no tengo la culpa…) y está repasando algunos momentos ¿dignos? de mención de este segundo año de existencia, la apertura de la cuenta en twitter de cabezadeavestruz, además de repasar la música que por aquí ha pasado, las imágenes que nos han acompañado, y las que dan sentido a todo esto… Culminará con una gran bacanal lúdico festiva al más puro estilo cabezadeavestruz al final del día 30 de este mes, cuando empiece el año 52 D. D**.y se inicie el tercer año de este rincón al que has tenido a bien dedicar un ratito.
Corre el rumor que el aspecto de todo esto que estás viendo va a cambiar con motivo del cambio de año (Que este año coincide también con un cambio horario que hará más intensa y espectacular la fiesta del aniversario por contar con una hora más) pero como sobre todo lo que pasa por aquí, sólo podemos decir aquello de “hasta aquí puedo leer” y arrojaremos la tarjetita al público sin saber muy bien qué va a pasar… A lo mejor ganamos la calabaza (Aprovechando la coincidencia con Jalogüín) o nos retiramos a un chalet en Torrevieja (Alicante) y abandonamos todo contacto con lo que nos rodea… Todo es posible, está en tu mano… Pero tienes que decidirte ya… 

Besitos para ellos y abrazos para ellas.

 
*: Gracias a Lord Byron si he pasado alguna que otra buena noche, pero esto ya es un chiste privado, que después de dos años poniendo cosas, me apetecía hacer…
** Después de Diego

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