Anoche te miré y me di cuenta.
Eres demasiado mayor para seguir siendo una niña.
Desgraciadamente, eres demasiado niña para ser mayor.
En nuestro último año de High School nos hicimos la promesa de seguir siempre juntos. Queríamos ir a California y estudiar Cine o algo parecido. Pasaríamos los días en la playa y haríamos lo mínimo para aprobar. Viviríamos de vender marihuana y tendríamos una relación abierta. Por mi cama pasaría todo aquello que se moviera y me llamara la atención sin que nunca me pusieras una mala cara. California sería nuestra tierra prometida.
Eran bonitos planes. Pero nadie contaba con que ni siquiera nos volveríamos a ver después de la Fiesta de Graduación.
Veintitantos años después, trabajas en un taller mecánico. Me gustaría ir a verte y preguntar cómo te va, pero no tengo coche. No hay excusa. Ni siquiera tengo carnet de conducir. Sigo soñando con California. Aunque odie el calor.
Eres demasiado niña para ser mayor.
Desgraciadamente, eres demasiado mayor para seguir siendo una niña.
Anoche te miré y me di cuenta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario