miércoles, 25 de agosto de 2010

Microrrelatos Sin Pudor (Volumen 11): Preguntas y Trenes




Hoy mi hijo me ha preguntado algo, pero no he sabido responderle. Él cree que no he querido, pero la verdad es que no he sabido.
En lugar de eso le he convencido para venir a ver trenes pasar haciendo que parezca que ha sido idea suya. Lo más apasionante de ser madre es tener una persona que crece a tu lado a la que puedes engañar todo el tiempo porque su dependencia hacia ti hace que te crea. Hasta que es demasiado tarde.

Hoy mi hijo ha vuelto a preguntarme por lo mismo. Lleva unos días muy pesado con ello, creo que sospecha algo. Ha creído que no le oigo con el ruido del televisor y ha encendido la radio en señal de protesta.
Cuando el ruido en casa ha sido insoportable lo he cogido de la mano y lo he llevado a ver trenes pasar. Le he dado las gracias por la buena idea que ha tenido de ir a ver trenes pasar y me ha sonreído.

Hoy mi hijo ha insistido en preguntarme una vez más. No sé cuánto tiempo voy a poder seguir evitando las respuestas. Creo que está cansado de que su madre no le conteste.
No tenía muchas ganas de caminar, pero finalmente le he convencido para que fuéramos a ver trenes pasar. Su sonrisa de aprobación vale todos los esfuerzos.

Mañana mi hijo me volverá a preguntar. Mañana quizás ya sea tarde.
Los trenes van desapareciendo, cada vez es más difícil encontrar las respuestas no buscadas.


Mamá, ¿Por qué vamos a ver trenes pasar todos los días?
No lo sé hijo, no lo sé…
¿Cuándo dejaremos de venir a ver trenes pasar?
Mañana hijo, quizás mañana… Cuando te hagas mayor



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